Del cuarto premio se vendió una serie entera, mientras que de los quintos premios se vendieron al menos tres décimos adquiridos a través de terminal. Los municipios agraciados con estos premios fueron: Vila, Santa Eulària y Sant Antoni.
Los niños del colegio San Ildefonso no tardaron ayer mucho en empezar a cantar premios. No pasaban las 9:20 de la mañana cuando salió el primer quinto premio, dotado de 60.000 euros a la serie: el 47.862. Nerea Pareja, alumna de San Ildefonso, lloraba mientras cantaba el número, y ofrecía una de las imágenes del día junto a Alonso Ávalos. No tardaron en salir del bombo otro quinto, el 07.568, y el segundo premio, de 1.250.000 euros a la serie, el 21.015. Y no pasaban las 9:30 de la mañana.
El más madrugador de los premios que vinieron a parar a Ibiza: el quinto premio que recayó en el número 29.031. Fue el cuarto premio que se cantó en la mañana de ayer, que salía del bombo cuando pasaba un minuto de las diez de la mañana. El décimo se vendió a través de terminal en Loterías Navarro, en el número 3 de la plaza de España de Sant Antoni de Portmany.
El propietario del negocio, Andrés Navarro, que regenta este despacho mixto de loterías, indicaba que no podía saber cuando se había vendido el número. «Los últimos días ha habido tanta demanda que es imposible, si fuera uno de nuestros números abonados sí, pero no es el caso». Es el segundo año consecutivo que este negocio reparte premios del sorteo de Lotería de Navidad. El año pasado fueron cinco décimos, también de un quinto premio.
Poco más de una hora después, a las 11:10 horas, caía en el cuenco de cristal en el que se recogen las bolas el segundo cuarto premio para el 67.774. En el Teatro Real de Madrid se pedía el VAR (sistema de videoarbitraje) desde el patio de butacas. Un error provocó que en las pantallas se anunciara el Gordo, cuando era un cuarto premio.
La administración número 1 de Santa Eulària vendió una serie íntegra de este número. Primer sorteo de Navidad como propietario de la administración para David García, que adquirió el negocio hace 6 meses, y ya un premio repartido en este sorteo. El número no era uno de los abonados que tiene la administración, les llegó de modo aleatorio. «Creo que puede haber tocado aquí en el pueblo y seguramente a algún turista, así que se habrá repartido bastantes ya que sólo teníamos una serie», explicó ante los medios de comunicación que se congregaron en su puerta.
La noticia de que había tocado el premio en su administración le pilló de camino a la administración, y esperaba que este premio fuera un impulso para su negocio.
Los últimos premios que cayeron en la isla esperaron hasta las 11:53. Era el sexto alambre de la sexta tabla. El número 02.308 completaba los ocho quintos premios que ofrece el sorteo. Al menos dos décimos de este número se vendieron en Vila. Uno en el despacho de loterías 60840 de la Avenida Isidoro Macabich. El otro en la administración número 2 de Loterías, en la calle Bisbe Torres.
Mari Carmen Ruiz, en su negocio de Isidoro Macabich, recordaba que hace cuatro años ya dieron otro quinto premio. Mientras atendía a su clientela esperaba que llegara el certificado que acredita al negocio como vendedor del premio.
También tardó en llegar el papel con el número a la administración de Bisbe Torres que dirige Cristina Molina. Al final hizo una copia en la propia administración para que lo registraran los medios de comunicación. Indicó que en los días previos al sorteo habían vendido muchos décimos a través de terminal, por lo que era muy difícil saber cuando se había vendido o si se había vendido más de uno. Esta administración ya vendió en 2012 un décimo del Gordo y en 2014 vendió íntegro un quinto premio y repartió seis millones de euros.
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