La xacota pagesa celebró ayer su 30 aniversario con la participación de personas de Ibiza y Formentera. | Marcelo Sastre

La xacota pagesa celebra este año su 30 aniversario y el Ayuntamiento de Vila quiso que esta Navidad fuera diferente. Así, dejaron atrás la celebración de años anteriores que solo se hacía por las tardes para hacer un ‘feim barri’ durante todo el día.

De este modo, la plaza del Parque se llenó ayer de actividades, juegos para niños, muestras de artesanía y, también, se hizo arròs de matances para 200 personas. «Estamos muy contentos porque no ha sobrado ni un plato y visto el éxito de hacer una jornada completa durante todo el día, repetiremos el año que viene», apuntó Agustín Perea, concejal de fiestas del Consistorio. Cabe precisar que los seis euros que costaba cada ración irán destinados a la Asociación de Deportistas Discapacitados de Ibiza y Formentera (Addif).

Exhibición de cançó glosada y redoblada.

Por otra parte, Perea recordó que se había cambiado de escenario -en ediciones anteriores se había celebrado la xacota pagesa en Vara de Rey o en la plaza de Antoni Albert i Nieto-, y de horario. «Es un sitio recogido y cómodo, así que seguramente repitamos y, respecto al hecho de adelantar el horario de la xacota pagesa a las 16:30 horas creemos que es más cómodo para la gente que viene de fuera». Se refirió así a las personas que ayer se acercaron, como cada año, desde Formentera.

Pasadas las 16 horas comenzó el concurso de salsa de Nadal en el que hubo 11 participantes. El jurado, formado por Pamela, Ana e Ignacio, reconoció no tenerlo fácil a la hora de escoger a los tres ganadores. «Nos hemos basado un poco en que el sabor fuera equilibrado con el conjunto de especias y el dulce», especificaron. Aún así, hubo cuatro salsas que tuvieron que probar dos veces antes de dar su veredicto. Lo curioso es que no se trata de un jurado especializado, sino de personas de las Pitiusas que quieren participar en el concurso. De hecho, a Pamela le pilló por sorpresa. «He venido a pasar el día porque soy de Formentera y mi abuela canta luego y, cuando estábamos comiendo, me han preguntado si me gustaba la salsa y he dicho que el dulce no es lo mío», dijo.

Brulada de corn por parte de Jesús Traspas.

El primer premio se lo llevó Francisca Ferrer, quien lleva 30 años participando en el concurso. «Cada año me llevo un premio», señaló riéndose. Y, aunque el toque especial de su salsa no fue revelado, dijo que el truco está en ponerle mucho cariño. «El secreto no se puede decir porque si no todas serían iguales». Eso sí, la hace a ojo en una cazuela con capacidad para 40 litros de caldo. La receta la ha compartido con su hijo y con su nieto y está convencida de que esta fiesta no va a perderse.

El segundo premio se lo llevó Margarita Ferrer y el tercero recayó en Isidor Tur. Los tres se llevaron a casa un lote de productos típicos ibicencos y Ferrer, por ocupar el primer puesto, ganó una comida en el restaurante Ca n’Alfredo. El resto de participantes también fueron obsequiados con algunos productos.

Juventud en el escenario

La xacota pagesa puso el broche final a la jornada. En ella participaron personas tanto de Ibiza como de Formentera haciendo una exhibición de cançó glosada y redoblada por parte de las hermanas Antonia y María Ribas -de Can Gibert-, Stella Roselló, Francisca Joan y María Tur, sin olvidar la brulada de corn por parte de Jesús Traspas.

El aplauso más sonoro se lo llevó Stella Roselló; quizás fue por su dulce timbre de voz o por su corta de edad. A sus 10 años, esta ibicenca de Sant Llorenç, dejó a los asistentes con la boca abierta. Sin embargo, no era su primera vez.

Exhibición de cançó glosada y redoblada por parte de Stella Roselló, de 10 años.

Según contó su madre, se enamoró de una canción de María Cardona -una joven que iba a participar ayer, pero se encontraba indispuesta- cuando apenas tenía cuatro años. «Escuchó la ‘Nit de Sant Joan’ y cuando llegamos a casa estaba venga a cantarla. Entonces, un día por casualidad, yo estaba en una perfumería de Ibiza y hablando dije que a mi hija le gustaba cantar y la canción esa», relató la madre. «Y me dice la que me atendía: pues yo soy la madre de la que canta esa canción», añadió.

Así, se pusieron en contacto con María Cardona quien enseñó a Roselló a cantar cançó glosada y, al principio, le buscaba ella las canciones. Ahora es su madre quien se las escribe. «Son canciones nuevas cada año y se tarda bastante en hacerlas; en buscar el tema poco, pero en darle sentido mucho porque duran un mínimo de cinco minutos», dijo.
La pequeña de 10 años explicó que su madre las escribe a las 3 de la mañana, «cuando está inspirada», y no descarta escribir alguna más pronto que tarde; tampoco aprender a cantar cançó redoblada. De momento, canta cançó glosada como ‘50 aniversario’; una canción que cantó en el 50 aniversario de sus abuelos maternos y paternos y que ha emocionado, en más de una ocasión, al público.

Stella dice que el truco para hacerlo bien está en no ponerse nervioso y en disfrutar del momento. «No ensayo mucho, lo voy repasando en casa, pero Lourdes Roig, que dirige el coro infantil de Can Ventosa, me ha ayudado mucho con las respiraciones», dijo. Ya quedan pocos jóvenes como Stella que se animen a seguir con las tradiciones ibicencas, aunque la formenterense Pamela también se subió al escenario para demostrar sus habilidades.