Violeta Vega, en su despacho del antiguo Hospital Can Misses.

La doctora Violeta Vega Morales (1958) no lleva ni un mes como directora de Atención Primaria tras la dimisión de su antecesor José Antonio Chumillas pero tiene sobrada experiencia en este sector ya que sus 36 años de vida profesional ha estado ligada al Área de Salud. Fue una de las primeras profesionales en inaugurar las urgencias de atención primaria y ha vivido dos mudanzas hospitalarias. Fue coordinadora del centro de salud de Es Viver y subdirectora de Atención Primaria desde noviembre de 2015 hasta el 1 de diciembre de este año.

Su carrera profesional ha estado en Atención Primaria ¿Cómo se encuentra ahora la primaria?
—Muy bien, lo digo desde mi perspectiva. He visto toda la evolución en Ibiza estos años. Estamos en un momento muy bueno, los profesionales están muy bien formados, preparados y muy motivados. No hay color con lo que he vivido.

Pero la población está creciendo mucho.
—También ha crecido mucho la atención. Es verdad que tenemos las tarjetas de las mas altas de España, pero tenemos la suerte de que la población es joven con lo que la presión asistencial es ligeramente menor que en otros sitios. Vamos a seguir creciendo y necesitando profesionales pero entiendo que aquí se da una atención muy buena. Hay gente que viene a trabajar con nosotros en verano, nos comentan que han estado muy a gusto y que tratamos muy bien a los profesionales. Es uno de los sitios donde la gente que se va te dice que se trabaja muy bien.

Lo ideal es que la gente que se va se quedara para dar una mayor estabilidad.
—Claro. El handicap que tenemos es que es una isla, siempre ha sido así. La realidad es que la vivienda es muy cara. Los profesionales se van muchas veces a disgusto pero si tienes hijos y tienes que pagarle los estudios fuera, los traslados y la vivienda, si tienes posibilidades en otro sitio te vas. Aquí se ganan buenos sueldos pero la vida es muy cara. He tenido dos hijos estudiando fuera al mismo tiempo y se lo que cuesta.

Ha comentado que en Ibiza es donde más crecen las tarjetas.
—Estamos creciendo mucho. Hay más de 150.000 tarjetas sanitarias. Los profesionales tienen un cupo muy alto de tarjetas. Ha bajado un poquito porque hemos incorporado dos médicos nuevos. La media está 1.900 y en dos centros pasan los 2.000, en Sant Josep y Formentera. Son unos cupos altos.

Una de las quejas de los profesionales de primaria es que tienen poco tiempo para atender a los pacientes.
—Lo deseable es el mayor tiempo de atención. Cada profesional maneja su agenda, dentro de lo que puede; no se especifica si son diez minutos o más y en algunos casos, quince, depende, va por tramos. Si te toca recibir una urgencia, el tiempo se dilata más, depende de la organización de cada centro. Es deseable tener mucho más tiempo y, a veces, se puede quedar corto pero es verdad que las agendas de la mayoría de los centros están muy bien hechas y los profesionales se han sabido adaptar muy bien. Hablo también de mi experiencia como médico. Aquí no estamos mal, siempre hay días, zonas y y épocas. Hay cupos en concreto en algunas zonas que están muy saturados porque no podemos poner más médicos.

¿Por qué no se pueden poner más médicos?
—En Cala de Bou no podemos poner más médicos porque no hay espacio físico.

Pero tienen previsto una reforma en Cala de Bou.
—Está previsto que cuando amplíe se ponga un médico más, pero mientras tanto son dos cupos muy saturados y estamos derivando a los pacientes a Sant Josep.

Hablando de reformas, están pendientes de la del edificio J para que se pueda finalmente trasladar el centro de salud.
—En principio empezará a mediados de enero. La obra se estima que se hará un año. Espero que termine pronto.

Estas obras se han retrasado porque se esperaba antes su inicio.
—A veces las cuestiones burocráticas son muy enredadas y los plazos de la administración son largos, se tienen que pasar muchos trámites, pero el tiempo que ha pasado ya está y si va a empezar ahora, bienvenido sea.

¿El problema de la calefacción en los centros de salud de Vila y de Can Misses se ha resuelto?
—Ha llegado la máquina en alquiler en espera de tener la nueva. Los profesionales y los pacientes se han visto afectados y no hubiéramos deseado que pasara tanto tiempo pero a veces se alargan las cosas, se estropea una pieza, la ponen y no funciona pero está solucionado.

¿Sigue adelante el proyecto de reforma del centro de salud de Santa Eulària?
—Sí, el subdirector de Enfermería y yo estamos haciendo el plan funcional con los coordinadores de Santa Eulària. Queremos hacer una gran ampliación, porque es la zona donde tenemos más tarjetas y la previsión es que siga creciendo.

¿Y el centro de salud de Es Viver? Es uno de los más antiguos y que necesita una reforma.
—Es una zona por la que Ibiza va a crecer y es previsible que siga aumentando el número de tarjetas. Estaba prevista una reforma más interna, que no iba a ser visible, pero hemos decidido que necesita más una reforma y ampliación si se puede. Ahora se va hacer una reforma más pequeña y urgente en salud mental para hacer más consultas, trasladar la Unidad de Atención a la Mujer y las matronas para despejar el centro porque las consultas están muy saturadas. La segunda sería un proyecto más amplio. Los ingenieros han dicho que puede crecer dos o tres plantas y vamos a valorar un crecimiento vertical.

Usted ha sido coordinadora médica de Es Viver y conoce de primera mano las incomodidades.
—Sí, los trabajadores de Es Viver están en un centro muy viejo, colaboran mucho y lo entienden. Urge esta reforma del centro que será muy básica pero servirá para descongestionar las consultas.

¿Cuántas tarjetas sanitarias hay en la actualidad?
—Unas 152.604 contabilizadas en noviembre. Por centros de salud, Santa Eulària es que el más tarjetas tiene, con 30.000; le sigue Sant Antoni, con 25.800, Vila y Es Viver, cada una con 22.000, y Can Misses, 18.000.

¿Cuándo calcula que puedan estar listas las obras en el antiguo Can Misses para trasladarse?
—Se estima en un año la obra. No quiero crear falsas expectativas porque llevan muchos años esperando y no quiere decir que dentro de un año se van a trasladar. No me atrevo a dar una fecha.

¿Cómo se ve la Atención Primaria desde un despacho? No se si antes era muy reivindicativa y ahora entiende mejor a la administración.
—Tienes una visión mucho más amplia y global. Cuando pasamos por aquí entendemos cómo las cosas son tan lentas. Al principio me desesperaba y ahora ya sabes que los tiempos de la administración son otros, lo que importa es que sigas trabajando hasta que consigues cosas. Pienso que todo el mundo debería pasar por un sitio así.

¿Son suficientes los recursos humanos?
—Diría que sí en cuanto a personal fijo, pero es cierto que tenemos muchos problemas para suplencias, bajas y todo tipo de incidencias porque tenemos poco personal para eso. Es verdad que los trabajadores, sobre todo los médicos, están haciendo un esfuerzo enorme porque no les podemos suplir vacaciones, bajas, cursos y se ayudan los unos a los otros. Soy consciente del sobreesfuerzo, lo tienen porque no encontramos médicos. Es un problema para nosotros, también lo es en otros sitios pero aquí, doblemente. Tenemos el handicap de la vivienda, no puedo traer a un contratado para tres meses porque no encuentra vivienda y nos lo dicen. Con la residencia de Can Misses conseguimos traer a tres o cuatro médicos en verano para las consultas de desplazados si no, no hubiéramos podido.

Entonces, ahora cuando llega las vacaciones de Navidad tiene que ser un quebradero de cabeza.
—Es un auténtico quebradero de cabeza, es un puzzle. Hay dos personas dedicadas íntegramente a organizar las incidencias.

¿Cuál sería la solución?
—No está en mi mano, es de más arriba. Todos nos dicen por teléfono que la vivienda es un handicap, que se dispara el precio en verano. ¿La isla es cara? No sé, yo estoy muy a gusto. De cara al futuro, se jubilarán muchos médicos en unos años y no hay repuesto generacional. Durante unos años se bloqueó el acceso a la carrera y al MIR. Pasará en toda España. Mi generación fue muy potente y salieron médicos de debajo de las piedras pero cuando se jubilen no quedarán; va a ser un problema sustituir a estos médicos.

Acaban de ser las oposiciones de Primaria en Balears ¿Cómo han quedado en Ibiza?
—Han aprobado trece médicos y dos pediatras en Ibiza.

Son muy pocos.
—Sí son pocos. Se ha publicado que se quiere convocar de nuevo el primer trimestre del 2019 porque la intención es fidelizar a la gente que lleva muchos años.

¿Ha sido un examen duro?
—Parece ser que sí. Dentro de lo que cabe nos hemos salido demasiado mal. Hay directores de centro que han conseguido consolidar plaza y de tres pediatras que se presentaron, dos lo han conseguido. Entiendo que es una decepción muy grande no superarlo, porque hacen un esfuerzo enorme, están trabajando y estudiando, algunos con niños pequeños y los entiendo.

¿Cómo llevó la dimisión de José Manuel Chumillas y que usted asumiera Atención Primaria?
—Estaba desde hace tres años en la subdirección de Atención Primaria. Sabía que, por problemas personales, podía llegar a ocurrir pero sí fue una sorpresa la inmediatez. A mi el trabajo de la subdirección me gusta porque es más clínico y menos de gestión, pero entiendo que era la persona que podía seguir manteniendo las lineas de trabajo.

¿Echa de menos su consulta como médico?
—Siempre y después de tantos años. De todas formas, no me disgusta mi trabajo, meterme en todos estos proyectos me motiva.