El accidente del pasado martes, en el que murió un joven de 14 años atropellado, ocurrió en frente del bar Can Beia. | N.R.

La carretera de Santa Eulària tiene varios tramos de carretera especialmente peligrosos, en los han sido atropelladas mortalmente dos personas; una en el pasado mes de diciembre y otra el pasado martes. La primera víctima, una joven de 24 años, fue arrollada por un todoterreno cuando cruzaba la EI-200, en el punto kilométrico 2,700, en torno a las 02:30 de la madrugada. La segunda, un joven de 14 años, que fue arrollado mientras transportaba unas maletas con su madre, a las 22:30 horas, en el punto kilómetro 7,400, a la altura de Can Beia.

La mayoría de los vecinos y personas que frecuentan esta zona y otros puntos conflictivos, a la altura de Ca na Negreta, consideran que el principal problema es que no se respetan los límites de velocidad. Al mismo tiempo, entre sus propuestas han citado mejorar la iluminación, colocar un radar en la zona e incluso un paso de peatones con semáforo, al lado de la parada de autobuses, pues es un punto de cruce muy sensible tanto para niños como para mayores y peatones, en general. Martín, cliente habitual del bar de Can Beia, cree que la gente va «muy loca con el coche» y que los problemas se reducirían con la colocación de un radar.

Marina, camarera del bar Can Toni, situado en el tramo de Ca na Negreta, aseguró que el paso de peatones con semáforo que se puso en la zona ha contribuido a evitar los siniestros y que una medida similar podría ser beneficiosa en Can Beia. «Esta zona está muy transitada, hay una parada de autobús y, claro, la gente cruza». Marina, vecina de Es Canar, ha tenido tres accidentes en los últimos meses en la carretera de Santa Eulària y cree que las razones son que no se respetan las normas de circulación ni los límites de velocidad y que hay tramos de la carretera en los que siempre hay atascos y cortes en la circulación. «Tampoco hay muchos radares en la zona, igual su colocación podría ayudar», razonó.

Toni es el dueño de la empresa Maderas Ca na Negreta. Cree que el semáforo hay ahora evita muchos accidentes, aunque ha contribuido también a que se formen más embudos de coches, un problema que espera que se solucione con el proyecto de desdoblamiento de la carretera. En Can Beia, opinó, tal vez falten badenes para instar a los coches a que reduzcan la velocidad en los puntos más peligrosos.

Finalmente, Daniel, cliente del bar Can Toni, señaló que «sobran coches» en la isla, en general, y cree que debería haber un límite de entrada y vehículos, similar a la limitación que ha introducido Formentera, así como infraestructuras adecuadas para gestionar las inundaciones que se producen en las carreteras cada vez que llegan lluvias torrenciales. Asimismo, Daniel cree que es necesario mejorar el servicio público a nivel insular, para que la isla pueda estar mejor conectada entre sí.

Preguntada sobre estas cuestiones, Pepa Marí, consellera de Mobilitat i Territori, afirmó que en estos tramos de carretera hay reducciones de velocidad porque hay establecimientos en los alrededores y circulación de peatones, lo que convierte la zona especialmente peligrosa. «Entendemos que se tiene que apelar, sobre todo, al buen uso de los coches, que éstos respeten las normas de circulación», declaró Marí, quién también cree que los peatones, sabiendo que están en una zona peligrosa, deben «prestar mucha atención y tener mucho cuidado a la hora de cruzar estas vías, así como hacerse visibles». Extremar la precaución, en todo caso. La consellera también recordó que si en estos tramos de carretera hay un límite de velocidad de 60 kilómetros por hora «es por algo». «Respetar la norma evitaría muchos accidentes», explicó.

Cuatro víctimas en 2018
El año 2018 se saldó en Ibiza con cuatro víctimas por atropello. Además de la joven de 24 años, que fue arrollada en el kilómetro 2,700 de la EI-200, durante la madrugada del pasado 2 de diciembre. Por otra parte, una vecina de Sant Antoni de 70 años también falleció atropellada en la ronda de ses Païsses el pasado 15 de noviembre. Anteriormente, el 30 de junio, también en ses Païsses, un joven británico murió al ser arrollado por un autobús. La lista de atropello mortales se abrió el 21 de febrero cuando un hombre de 75 años y nacionalidad italiana falleció al ser embestido por un camión en Jesús.