Habíamos cerrado la inscripción a 50 equipos pero como no paraba de sonar el teléfono, la insistencia era tanta y las plazas se agotaron en un par de días nos hemos visto obligados a incluir diez equipos más». Con esta explicación a Periódico de Ibiza y Formentera desde el bar Kantaun, organizadora del VII Campionat Mundial d’Arròs de Matances junto al Ayuntamiento de Sant Antoni, queda reflejada a la perfección la magnitud y la importancia que ha cogido este evento entre vecinos y residentes.
La séptima edición de este campeonato se celebra este año este sábado, unos días antes que el año pasado cuando se eligió como fecha el 3 de febrero. Son muchas las voces que temen que sea demasiado pronto y que el frío haga estragos cuando se vaya el sol pero lo que nadie duda es que volverá a ser una gran fiesta y que por la calle Roser y alrededores no cabrá ni un alfiler.
Son miles las personas que acuden cada año a probar los platos que preparan los equipos, llegados desde todas partes de la isla y formados por los colectivos más diversos, incluso periodistas, pero también atraídos por la fiesta que se monta en torno al arròs de matances. Este año tampoco faltará la música, la animación y el ball pagès con sa Colla de Portmany y es seguro que la fiesta se prolongará hasta bien entrada la noche.
En 2018 se batió el récord de participación con 66 equipos y se sirvieron más de 1.500 raciones. Algo impensable cuando unos locos pusieron en marcha este campenato en el año 2012 con la participación únicamente de nueve equipos. Y todo porque, según asegura Vicente Sala, miembro de la organización, «todos los equipos que participan un año se quedan tan contentos que quieren repetir a la siguiente edición si o sí».
Dos equipos a batir
Sin embargo, todos los años hay dos equipos que se postulan como los grandes rivales a batir, S’Estany y Autoescuela Santa Gertrudis. Son, como dicen muchos participantes y asistentes a modo de broma, «como el Real Madrid y el Barça del arrós de matances». No les falta razón. El primero suma dos títulos, incluyendo el del año pasado, y dos segundos premios mientras que el equipo de Autoescuela Santa Gertrudis acumulan tres victorias y un segundo puesto. Y todo en las seis ediciones celebradas hasta la de este año 2019.
A pesar de ello, entre ellas no hay rivalidad ni competencia mal sana. Además, ambos equipos, preguntados por Periódico de Ibiza y Formentera, aseguraron que «no hay espionaje industrial como algunas personas creen» y que no tienen ningún secreto que les haga diferentes. Sólo lo que todo el mundo sabe, «buenos ingredientes, buen caldo, mucho cariño, tener bastante experiencia y haber visto cómo se cocinaba en casa desde pequeños».
Tal vez este sea un hecho diferencial. Cati Ribas, natural de Sant Antoni y cocinera del equipo Autoescuela Santa Gertrudis aseguró ayer a Periódico de Ibiza y Formentera que ella ha heredado la pasión por cocinar el arrós de matances de su padre, que fue cocinero en distintos restaurantes de Ibiza, y por haberlo visto hacer desde que era bien pequeña en su casa cuando se hacían las matanzas. Algo parecido sucede con Antonia Roselló Torres, cocinera del equipo de S’Estany. En este caso su magnífica mano con el arroz le viene de habérselo visto cocinar año tras año a sus abuelos y sus padres, él de S’Estany y ella de Can March.
Después, cada una aporta su toque especial aunque no quisieron desvelar demasiado. Eso sí, después de insistir un poco ambas dan entre risas algunos consejos para principiantes y el resto de equipos. Cati apuesta por «no pasarse con las especies para que no tenga demasiado sabor raro y por cogerle el punto a la cocción del arroz» y Antonia por «un buen caldo, porque el pollo sea pagès, sin inventos de ningún tipo, y por unas buenas costillas y un buen magro de cerdo».
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