Decenas de personas pasaron para recibir la bendición del obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan Segura, en el Passeig de ses Fonts. | MARCELO SASTRE

Hubo un tiempo no muy lejano en el que cada 17 de enero Sant Antoni recibía la visita de animales exóticos de todo tipo para ser bendecidos por el Obispo de Ibiza y Formentera Vicente Juan Segura con motivo de la festividad del patrón de la localidad, San Antonio Abad. A día de hoy, la afluencia de animales de dos y de cuatro patas sigue siendo masiva aunque casi prácticamente ha quedado reducido a perros. Tal y como quedó demostrado ayer encontrar un loro, dos gallinas, una cobaya, un conejo o alguna tortuga, además de los caballos que tiran de los carros de barana, es como quien encuentra un tesoro.

Así, por ejemplo, ayer entre los muchos asistentes destacó la presencia de Chiquitín, un loro amazónico de dos años que desde que era casi un bebé vive residiendo «tan feliz» junto a su dueño, Salvador. Nos lo encontramos en el carrer Ample, antes de llegar a la iglesia y antes de que comenzara la misa, y juntos no pararon de hacerse fotos. «Lo tengo muy bien educado, casi nunca está en su jaula y juntos hacemos de todo y vamos a muchos sitios porque es muy dócil y sociable», resumió Salvador a Periódico de Ibiza y Formentera mientras Chiquitín no paraba quieto sabiéndose el protagonista.

Luego, cuando a eso de las 13.30 horas llegó la bendición en el Passeig de ses Fonts, también comenzaron a acaparar flashes y objetivos otros animales junto a sus dueños. Fue el caso del pequeño Neill que acudió con su tortuga Nila; Andrea e Irene que llegaron con su conejo de dos meses Flappe; Marc con Poncho, una cobaya de cinco; Gabriela con su loro Blue, o Aaron y Aitana, que fueron bendecidos por Vicente Juan Segura junto a sus gallinas Terremoto «y gallina normal».

Entre los canes si hubo amplia representación. Los había de todos los géneros y razas y todos muy bien cuidados por sus dueños. Pep Ribas llevaba a Riquela, de 6 años y medio, muy bien abrigada y educada en su bicicleta; la asturiana Cristina tenía muy bien protegido entre sus brazos al pequeño Coco, de 11 años; las jóvenes Lucía y Tesa presumían de Rayo, un Mastín de los Pirineos que convive con otros tres perros de su mismo tamaño en su casa; y el italiano Vittorio y su hija Leila hacían lo propio con Dante, un bullmastiff paciente, simpático y tranquilo de 12 años y 63 kilos de peso. Incluso, el concejal de Fiestas de Sant Antoni, Raúl Díaz, predicó con el ejemplo y llevó a bendecir a Bali, un precioso perro de nueve meses que adoptó en junio en la protectora de perros y centro de adopción Can Gossos.

También acapararon muchas miradas las palomas que todos los años llevan la Sociedad Colombófila Portmany. Este año soltaron cerca de 400 en un momento que es muy esperado por mayores y pequeños. «Se ha convertido en una tradición que las soltemos para que vivan en libertad y a los niños les encantan, aunque a la mayoría más verlas que después colaborar con la sociedad», explicaba entre risas el vicepresidente, Pep Prats Prats, «portmanyí por los cuatro costados».

Mucha representación política

Por lo demás, el día de San Antonio Abad, San Antón en otras localidades de España, se desarrolló como es tradición en Ibiza.

Hubo misa en una iglesia repleta y en ella el obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan Segura, puso como ejemplo a seguir por todos los presentes a este santo que según la tradición vivió 105 años en Egipto entre el 251 y el 356 a.C. y recordó su llegada a la isla, precisamente a la parroquia de Sant Antoni, hace 37 años.

En torno a las 13.00 horas comenzó la procesión. Bajo el repicar de las campanas desfilaron las cinco imágenes destacando una edición más, por numerosa y por devoción y con permiso de San Antonio Abad, la Virgen portada por la Hermandad Nuestra Señora del Rocío. Tras ellas una representación política tan amplia que levantó muchos comentarios por parte de los vecinos quienes se acordaron rápidamente de la proximidad de las elecciones del 26 de mayo. El presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Torres; el alcalde de Sant Antoni, Pep Tur, Cires; la consellera de Presidencia del Govern, Pilar Costa; el senador por las Pitiusas Santi Marí; el diputado y candidato del PP a Vila, José Vicente Marí Bosó; el director insular de la Administración del Estado, Ramón Roca; alcaldes de otros municipios como Vicent Marí de Santa Eulària, y Josep Marí Ribas, Agustinet, de Sant Josep, consellers, concejales, cargos públicos...

Y tras la bendición llegó el turno del ball pagès con Sa Colla de Portmany que brillaron con luz propia, tanto bailando como desfilando en los carros de barana. Una vez mas, balladors y sonadors regalaron imágenes preciosas que parecían sacadas de otros tiempos. Otros tiempos en los que se bendecían animales exóticos. Esos que muchos echaron de menos ayer en Sant Antoni.