La imagen muestra el estado de siniestro total en el que quedó una de las estancias afectadas por el incendio que provocó la caída de los techos y daños irreparables en el mobiliario.

«Veo muy difícil, bastante improbable, que este edificio vuelva a utilizarse. El horizonte inmediato pasa por buscar soluciones y reubicar los juzgados de manera progresiva». Las palabras del juez decano de Ibiza, Juan Carlos Torres, dejaban poco margen para el optimismo. El magistrado regresó a primera hora de ayer a la sede judicial incendiada la madrugada del lunes.

Tras la orden de desalojo del edificio firmada el martes por Vila y Justicia, ayer por la mañana la Policía Nacional y un arquitecto municipal procedían al precinto de las plantas segunda, tercera y cuarta, los pisos más afectados por el pavoroso incendio declarado pasadas las 04.00 horas del lunes.

El escenario del siniestro fue nuevamente inspeccionado por los dos agentes de la Brigada Provincial especializados en incendios, llegados el martes desde Palma, que apoyan la investigación abierta por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la comisaría de Ibiza.

Desde la Jefatura Provincial se indicó ayer que la investigación está abierta y no se descarta ninguna hipótesis. No obstante, varios indicios apuntarían a que el escenario responde a un fuego provocado.

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Mochila y escalera sospechosas
El foco inicial del fuego se ubica en la segunda planta y el incendio se propagó de forma vertical a la tercera. El primer indicio fue localizado a primera hora del lunes, cuando los bomberos todavía trabajaban en la extinción del fuego. Se trataba de un escalera extensible abandonada en un techo ubicado en el parquin lateral del juzgado y que se sitúa a pocos metros de los ventanales y balcones de la segunda planta.

El mismo lunes se alertaba sobre la presencia de una mochila abandonada en el patio de un centro educativo próximo. En el interior de la bolsa se halló material inflamable. Fuentes de la investigación indicaron que estos indicios pueden llevar a la conjetura de un fuego provocado, pero «no hay nada cerrado».

Las llamas dejaron un panorama caótico en el interior del edificio, tal y como se aprecia en las fotografías que acompañan esta información.

El juzgado de Instrucción número 3, que el lunes acababa su guardia, se encarga de la investigación del siniestro y ha decretado el secreto del sumario.

El acceso al edificio ha quedado completamente restringido, ya que el riesgo para las personas es muy elevado.