Uno de los múltiples restos arqueológicos encontrados durante las obras.

La UTE Hermanos Parrot-Tecopsa, responsable de las obras de ampliación de la carretera de Santa Eulària, ha denunciado esta semana ante la Guardia Civil un intento de expolio arqueológico en un yacimiento todavía sin excavar.

El director arqueológico de las obras encontró unos agujeros que, posiblemente, servirían para introducir un detector de metales y que se hicieron durante el pasado fin de semana. Desde el Consell d’Eivissa señalan que «es imposible saber si el o los expoliadores se llevaron algo, pero en principio no se aprecian daños importantes en el yacimiento, que aún no está excavado». La máxima institución también recuerda que el delito por destrucción y expolio de patrimonio arqueológico «está castigado con importantes multas e, incluso, con penas de prisión en función de la gravedad de los hechos».

El yacimiento más importante de todos hallados hasta el momento en las obras es el de una villa romano-bizantina, del siglo VII d. C., en el que se han descubierto dos inscripciones funerarias de época romana (del siglo II d. C.).

Existe una página web (www.obrimcamins.info) en la que se informa semanalmente del avance de las obras y las excavaciones arqueológicas.

También se han descubierto dos silos púnicos que, por el material recuperado, podrían pertenecer al periodo clásico (siglo II a. C.), según esta misma página web.
No obstante, la mayoría de los restos descubiertos son zanjas de cultivo antiguas, como las encontradas en el torrente de ses Vinyes en un yacimiento que ya ha sido excavado y que está ubicado en la futura variante de Jesús.

A la altura de Eiviss Garden se ha desenterrado un muro de época púnica y entre el material recuperado destaca la aparición de un borde de ánfora y un borde bífido de cocina ebusitana. «Estas formas apuntan a una cronología púnica clásica (siglo IV a. C.)», según el informe que se publicó en la web informativa de las obras de la carretera a finales de agosto.