Fotografía de Isidor Macabich que le hizo su amigo Narcís Puget en sus años de juventud. | Revista Eivissa

El número 64 de Eivissa, la revista semestral que publica el Institut d’Estudis Eivissencs, se presenta esta tarde a las 19.30 horas en su sede del número 29 de la calle Vía Púnica de la ciudad de Ibiza. La presentación correrá a cargo de Gerard Mora i Ferragut, vocal de la comisión ejecutiva del instituto, y del director de la revista, Enric Ribes i Marí.

Este volumen vuelve a incluir artículos que tienen que ver con la historia, la naturaleza, la literatura, la toponimia, la sociología de Ibiza y Formentera y la lengua catalana. En esta ocasión colaboran Antònia M. Cirer, Josep Marí, Joan Lluis Ferrer, Francisca Riera Escandell, Joan Ribas, Bernat Joan i Marí, Marià Torres Torres, Enric Ribes i Marí e Isidor Marí.

Además, se incluye el manifiesto elaborado por la institución para ser leído durante la Nit de Sant Joan del año pasado y la fotografía escogida para la portada es de Ca na Rosa. Está tomada en torno al año 1972 y se trata de un negativo de 35 milímetros positivado digitalmente en diciembre por parte de los miembros del Arxiu Vilanova-Marquès.

El joven Macabich

Isidor Marí ha escrito un interesante artículo titulado La projecció pública del Jove Macabich que es el encargado de abrir este número 64. Junto a fotografías de la juventud del conocido historiador y sacerdote ibicenco, la primera página de la fe de su bautismo en 1843, cartas privadas, poemas y dibujos suyos o páginas de semanarios manuscritos como El sábado, el lector comprobará cómo «a lo largo de los primeros años del siglo XX Isidor Macabich pasa a ocupar un lugar significativo en la vida eclesiástica, periodística, cultural y social de las Pitiusas, acompañada de una proyección creciente en los círculos más amplios de nuestro entorno».

Todo ello antes de cumplir 20 años, como se puede ver en una imagen que se adjunta en el artículo, hecha por su amigo Narcís Puget. Según escribe Isidor Marí, Macabich «emprende en esta época una producción tan temprana como intensa en los tres campos que cultivaría a lo largo de su vida, además de la faceta eclesiástica: el periodismo, la poesía y la historiografía».

En este sentido, el filólogo, sociolingüista y cantante ibicenco asegura que «el dinamismo que Macabich va a desplegar durante estos años de juventud resulta sorprendente» y «por ello no es extraño que la sociedad ibicenca de la época lo hubiera percibido como un hecho poco habitual». Aún así, su reconocimiento público ya se manifiesta en un artículo escrito en 1902 en el que se le reconoce como «un joven de cultivada inteligencia y de imaginación feliz, llamado indudablemente a honrosos destinos».

El resto de la revista

La revista se completa con otros artículos que tratan temas muy diversos. Por ejemplo, Antònia M. Cirer ha escrito El color, eina d’investigació biològica en la sargantana de les Pitiüses. Se trata de un profundo análisis de una línea de investigación «que ha estado presente desde los inicios de los estudios naturalistas» y sobre nuestras especies endémicas «que presentan una amplia gama de colores tanto en la zona dorsal como ventral».

Completamente distinto es el artículo Eivissa: cap a l’illa-ciutat, en el que el periodista Joan Lluis Ferrer se pregunta «si Eivissa ha entrado ya en la fase final de su proceso de colapso» aportando datos concretos muy interesantes. También en esta línea sociológica Joan Ribas escribe sobre la incidencia de los servicios sociales públicos en la inmigración y la nueva ciudadanía haciendo especial énfasis en el caso de la ciudad de Ibiza.

Por su parte, relacionados con la historia hay otros artículos además del de Isidor Marí sobre Isidor Macabich. El primero lo escribe Francisca Riera Escandell y es un nuevo capítulo de su serie Memòries d’Eivissa en guerra. En esta ocasión hace referencia a Josep Torres Bonnín, Pep del Bisbe, y su padre, Josep Torres Torres, que regentaron durante décadas la barbería y peluquería Salón Hermanos Torres en el barrio de la Marina. El segundo es un repaso a la figura de Pompeu Fabra a cargo de Bernat Joan i Marí coincidiendo con la celebración en 2018 del Any Fabra, y en el tercero Marià Torres Torres analiza los libros que se usaban para estudiar durante la Segunda República y el franquismo con una gran selección de portadas de la época.

Finalmente, Pompeu Fabra vuelve a ser protagonista de otro artículo, el último de este número antes del manifiesto de la Nit de Sant Joan. Lo escribe Enric Ribes i Marí y lleva por nombre El mestre Fabra i la toponimia.