Imagen de archivo del Parador de Ibiza. | Redacción Ibiza

El proyecto del Parador de Ibiza tiene que adaptarse a nuevos requerimientos antes de su aprobación final. Así se decidió el miércoles en la Comisión Insular de Territorio y Patrimonio (Ciotupha), en la cual se estudió el proyecto básico y el de ejecución que está dividido en dos partes: parador y aparcamiento.

En este sentido, la comisión técnica del Consell d’Eivissa observó la necesidad de llevar a cabo unas modificaciones que, según explicó Iván Torres, presidente de la demarcación pitiusa del Colegio Oficial de Arquitectos de Balears (COAIB), son «sencillas» ya que el grueso del proyecto está «controlado».

En relación al parador, se pide que se revisen los lucernarios para que no se vean desde el exterior y no desvirtúen la volumetría del edificio. También que no se hagan ampliaciones de las puertas ya existentes con el objetivo de preservar los arcos u otros elementos arquitectónicos.

En cuanto al aparcamiento -en el que ya se habían hecho prescripciones anteriormente- se pide que se garantice la reconstrucción del terreno después de excavar el hueco donde se tiene que construir. «Se tiene que restituir el terreno para que parezca que no ha pasado nada y que no haya un impacto sobre la muralla», matizó Torres.

Para el presidente de los arquitectos, se trata de pequeñas modificaciones de «tipo patrimonial». Sí que es cierto que, en relación al aparcamiento, se ha requerido un levantamiento topográfico en 3D con el fin de lograr una mayor precisión. «No queremos que se altere el perfil», reiteró.

Así, explicó que serán los arquitectos quienes tendrán que «solucionar» estos detalles y presentar información adicional para seguir adelante con el proyecto. Una vez los cambios solicitados estén hechos, la Ciotupha estudiará de nuevo el proyecto antes de su aprobación final.

Esto significa que las obras no empezarán, según Torres, hasta dentro de uno o dos meses. «Se deberá tramitar otra comisión técnica para revisar estos cambios y, cuando haya una aprobación definitiva, podrá pasar a la comisión política», puntualizó. Cuando esto suceda, el proyecto pasará finalmente a manos del Ministerio para que Turespaña comience la licitación de las obras, paradas desde 2011 por la aparición de importantes restos arqueológicos que obligaron a modificar el proyecto inicial.

Los trabajos de ejecución del Parador de Ibiza costarán alrededor de 21 millones de euros.