Juan Calvo, coordinador técnico de Alianza por el Agua, atendió a las preguntas de los periodistas. | Renato Steinmeyer

La Alianza por el Agua presentó ayer al mediodía, en la sede de Fomento del Turismo, un pacto por el agua que insta a todos los partidos políticos, a tres meses y medio para las elecciones locales, insulares y autonómicas, a «consensuar» un modelo para garantizar el buen uso y la sostenibilidad de este recurso.

La plataforma medioambiental espera que los partidos asuman este pacto y se comprometan a cumplirlo, «gobierne quien gobierne en la próxima legislatura», aseguró Juan Calvo, coordinador técnico de la Alianza por el Agua.

Este documento incluye 20 medidas agrupadas en cuatro objetivos básicos que buscan mejorar la situación actual del agua en Ibiza para garantizar el «desarrollo económico» y la «sostenibilidad ambiental» de la isla.

En primer lugar, garantizar la calidad del abastecimiento del agua y prevenir los riesgos de sequía; en segundo lugar, asegurar una adecuada depuración de las aguas residuales; en tercer lugar, promover la reutilización de agua y lodos de las depuradoras para usos agrícolas, urbanos y ambientales y, como último punto, medidas específicas para la recuperación de los acuíferos, zonas húmedas, torrentes y el río Santa Eulària.

Para mejorar el abastecimiento del agua, se quiere establecer el uso prioritario obligatorio de agua desalada para abastecimiento urbano y reservar el uso urbano de agua subterránea para periodos de «demandas excepcionales». Para reducir la sobreexplotación de los acuíferos, se promueve la aprobación de ordenanzas de ahorro de agua en todos los municipios, de obligado cumplimiento en nuevas viviendas o reformas, así como para autorizar licencias de viviendas turísticas vacacionales. Una medida que la Alianza por el Agua cree que debe ir acompañada de la aprobación de planes municipales que garanticen la gestión sostenible del agua.

Además, considera prioritario finalizar la red de abastecimiento autonómica y municipal para conectar «completamente» las tres desaladoras de la isla con todos sus núcleos urbanos. Además, para paliar los efectos de la sequía, también es necesario «mejorar y controlar» la red de suministro para que los municipios alcancen porcentajes de pérdidas inferiores al 20%.

En cuanto al objetivo de asegurar la adecuada depuración de aguas residuales, la Alianza por el Agua establece entre sus prioridades finalizar la depuradora de Sa Coma y su conexión con el núcleo urbano de Vila, para evitar el vertido actual del 40% de aguas residuales sin depurar en la isla. Por otro lado, se considera también necesario mejorar la red de alcantarillado, que debería adaptarse tanto al crecimiento demográfico como al importante incremento de superficie urbanizada. Asimismo, tener en cuenta las necesidades de futuro.

Unas medidas que irían complementadas con la separación de aguas pluviales y residuales, con el objetivo de no colapsar las depuradoras en periodos de lluvias torrenciales. En cuanto a los emisarios submarinos, que se consideran «obsoletos», deberían ser sustituidos y alargados, tal y cómo la organización reclamó al Govern en su revisión del Plan Hidrológico de Balears.

El tercer objetivo a cumplir propuesto por la Alianza es la reutilización del agua y los lodos de depuradoras, por ejemplo, poniendo en marcha la balsa de Sa Rota en Santa Eulària para el uso de agua regenerada de la depuradora del municipio.

En un contexto de sequías periódicas como el que se vive en la isla, se estima necesario que todas las depuradoras estén dotadas de la infraestructura necesaria para la reutilización del agua depurada. Esta agua regenerada debe ser utilizada, por ejemplo, para el baldeo de calles y el riego de parques y jardines o para la recarga de acuíferos, revirtiendo la sobreexplotación e intrusión salina. Por último, diseñar infraestructuras de tratamiento de los lodos de depuradora para su aplicación para usos agrícolas.

Respecto al último objetivo, relativo a la recuperación de los acuíferos y ecosistemas acuáticos, se propone actualizar y revisar las concesiones de usos de aguas subterráneas para frenar la sobreexplotación. Entre los ejemplos, se cita el acuífero de Serra Grossa, sobreexplotado; el río de Santa Eulària, que debería ser restaurado y recuperar los humedales de Ses Feixes y Sal Rossa, utilizando agua regenerada de depuradora.