La familia de Carl Morgan Shepherd, el joven británico de 28 años que falleció en agosto de 2017 tras caer al vacío desde el piso de unos apartamentos de Ibiza, denuncian que no creen que Carl se cayese al quedarse dormido en el murete de la terraza, si no que su muerte se debió a «algún tipo de engaño» y ha pedido al juez que investiga el caso que busque a una nueva testigo de los hechos.

«No creo que estuviera durmiendo, ese no es mi hijo, es demasiado inteligente, demasiado inteligente», señaló ayer la madre del joven muerto después de una audiencia de investigación en la Corte de Médicos Forenses de Southwark, según recogen medio británicos como el Mirror en su edición digital.

El joven de 28 años falleció el 14 de agosto tras precipitarse desde un tercer piso en los Apartamentos Jet de Platja d’en Bossa. El 061 recibió el aviso a las 05.35 horas y hasta el escenario del suceso se desplazó una UVI móvil y una ambulancia de soporte vital básico. El chico cayó en la zona de la piscina y cuando los sanitarios llegaron se encontraba en parada cardiorrespiratoria. Los servicios de emergencias intentaron reanimar al joven durante 45 minutos, pero finalmente falleció.

La madre del joven relató que todos los amigos estaban juntos en el apartamento. «Uno de ellos me dijo que estaban con otra persona en el dormitorio, una mujer. Me dijeron que ella se fue y que él estaba dormido». Añadió que en el apartamento hubo una discusión y que para ella su hijo había sido víctima de un «juego sucio».