Bajo la pérgola solar hay dos plazas de aparcamiento para vehículos eléctricos y sendos puntos de doble conexión con una potencia de carga de 3,7 kilovatios por hora (kWh).
La pérgola no dispone de baterías para almacenar la electricidad sino que está interconectada con el Centro Social de Sant Llorenç, por lo que la energía que generan las placas cuando no hay ningún vehículo conectado alimenta esas instalaciones. Cuando no hay sol los cargadores también están conectados a la red general a través del Centro Social, por lo que se pueden seguir cargando vehículos.
El alcalde del municipio, Antoni Marí Carraca, se mostró «orgulloso» de pertenecer al único ayuntamiento de Ibiza que ha apostado por este tipo de puntos de recarga de vehículos eléctricos a través de placas solares, «y quizá de Balears».
El proyecto ha sido cofinanciado por el Consell d’Eivissa y ejecutado por la empresa Decópolis por un presupuesto de 38.850 euros.
La otra pérgola solar de recarga de vehículos eléctricos se encuentra en el aparcamiento del polideportivo municipal en la carretera de Sant Miquel.
Energías limpias
El alcalde consideró que el municipio debe «seguir por esta vía» y que la instalación de infraestructuras de uso de energías limpias no debe ser un tema exclusivo de «ninguna tendencia ni ideología política». «Aquellos que creen en la importancia de la preservación del medio ambiente, pertenezcan al partido político que pertenezcan, lo tienen que demostrar», señaló.
El alcalde recordó los avances del municipio en materia de energías alternativas, como son las placas solares instaladas en el polideportivo de Sant Joan, en la sede del Ayuntamiento (estas con una producción de 12,7 kWh), y una caldera de biomasa en la piscina municipal.
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