El acusado, durante el juicio. | Alejandro Sepúlveda

El hombre acusado de un delito de abusos sexuales a su hija, una sobrina y una amiga, todas ellas de entre 11 y 12 años, rechazó ayer los cargos que le imputan ante el tribunal que le juzgó y alegó no recordar nada ya que, según manifestó, padece alcoholismo desde hace unos 16 años.

Un tribunal de la sección primera de la Audiencia Provincial juzgó ayer a este vecino de Santa Eulària que se enfrenta a una petición fiscal de diez años de prisión, retirada de la patria potestad de su hija e indemnizar con 6.000 euros a cada una de las tres menores de las que presuntamente abusó sexualmente. Es la pena que solicita el Ministerio Fiscal por un delito continuado de abusos sexuales y otros dos delitos de abusos sexuales. Las presuntas víctimas: su hija y una amiga, ambas de 11 años, y una sobrina de 12 años.

El encausado J.R.M., con antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia, señaló ante el tribunal que no recuerda los episodios que son juzgados y que «estaba muy bebido». Los hechos juzgados se remontan al año 2013 y fueron instruidos por el juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza.

Abuso sexual continuado
Según el relato del escrito de acusación, en fecha indeterminada de 2013, el acusado, «aprovechando que su hija y su sobrina se estaban duchando, se metió en la bañera con las menores y, con ánimo libidinoso y en contra de su voluntad, les empezó a enjabonar y tocar sus pechos y genitales mientras él se masturbaba».

Posteriormente, el 5 de enero de 2015, en el mismo domicilio familiar de Santa Eulària, el acusado pidió a su hija y a una amiga de ésta, de 12 años, «que se acostasen con él en la cama y, con ánimo libidinoso y en contra de su voluntad, les comenzó a tocar la barriga y los pechos».

El acusado indicó que él no se metió en la bañera con su hija y su sobrina y respecto al segundo episodio aseguró no recordarlo. «Yo iba muy bebido», alegó ante el tribunal. Añadió que él solía dormir con sus hijos y que a lo mejor le tocó en un acto inconsciente.
La sala también escuchó la declaración de la hija. La menor apuntó no recordar el episodio de la bañera con su prima y añadió que, una vez, en la cama, le abrazó y tocó: «le quité la mano. Se pensaba que era mi madre», añadió. La joven sigue viviendo con su padre.

Los hechos son constitutivos de un delito continuado de abusos sexuales recogidos en los artículos 183.1.4. y 192.3 del Código Penal, delito penado con 4 años y medio de prisión, y dos delitos de abusos sexuales del 183.1., penado con tres años de prisión cada uno y la inhabilitación para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo.