El president Vicent Torres, flanqueado por el alcalde de Vila, Rafa Ruiz y la consellera de Presidència del Govern, Pilar Costa. | DANIEL ESPINOSA

Ojalá hubiera elecciones más a menudo. Hay que ver cómo se desatascan los asuntos que llevan años que no van ‘ni endavant ni enrere’. En las últimas semanas se han solucionado, entre otros, como por arte de magia el enrevesado asunto de la estación de autobuses del Cetis; el proyecto del Parador de Turismo; la aprobación y entrada en vigor del Régimen Especial de Balears (REB); la construcción de un montón de promociones de vivienda pública en Eivissa; la puesta en marcha de la depuradora de Santa Eulària; etc.

No puede decirse que cada uno de estos asuntos satisfaga a todos por igual. En absoluto. La oposición se muestra quejosa y acusa a la formación o formaciones gobernantes de engañar y defraudar a la ciudadanía ibicenca. Pero si fueran ellos quienes estuvieran en el poder, las mismas medidas les resultarían espléndidas e inmejorables. Sucede también a la inversa, que si quienes están ahora gobernando y presumen de estos logros, estuvieran en la oposición, los calificarían de estafa. Así es la política.

El día 12 de abril comenzará la campaña electoral y no se podrá inaugurar nada. Por tanto, quedan seis semanas frenéticas de políticos sacando pecho de su gestión, cortando todas las cintas que puedan, anunciando proyectos venideros… y también habrá que soportar a los catastrofistas que dibujarán un panorama desolador.

Una «pesoada»

El president del Consell d’Eivissa, Vicent Torres, durante su discurso institucional con motivo del Día de les Illes Balears, destacó el éxito que supondrá la más que previsible aprobación en el Parlament del proyecto de ley de capitalidad de Vila. Esta norma, justificada para compensar a la ciudad de Eivissa por ser la capital de la isla y dar servicio a toda la población, garantizará una aportación anual por parte del Govern balear de siete millones de euros. Esa es la teoría, claro. El papel todo lo soporta y cuando se trata de prometer dinero a instituciones ahora gobernadas por el mismo partido, todavía más. Pero aunque parezca que hay consenso sobre este tema, escuché en Palma muchas -y afiladas- críticas al PSOE por lo que alguno califica de «pesoada».

Hay que recordar que la Ley de Capitalidad de Palma establece que a la ciudad le corresponden 30 millones de euros anuales, pero en 2018 solo recibió siete, la misma cifra que se estipula ahora para Vila. Y claro, las comparaciones son odiosas.

«¿Qué capitalidad soporta Vila, si ni el aeropuerto está en su término municipal?», oí lamentarse a un político de Més per Mallorca. Y es que algunos políticos mallorquines -y menorquines- llevan fatal eso de que comprometa dinero para otros territorios. Igual la votación final de la ley nos depara alguna sorpresa.

Eivissa humilla a Mallorca

No hay que descartar que el malestar antes citado, expresado en la celebración institucional de la Diada de les Illes Balears en la Lonja de Palma, tuviera su origen en la humillación infligida al orgullo patrio mallorquín tras la victoria del ibicenco Restaurante Ca n’Alfredo en el I Campeonato Mundial de ‘Pa amb Oli’. Y con un jurado compuesto casi exclusivamente por mallorquines, lo cual es aún más meritorio. Dudo mucho que de haberse celebrado en Ibiza con un jurado ibicenco, hubiese ganado un mallorquín... Bromas aparte, estos días Catalina Riera de Ca n’Alfredo ha hecho más por la gastronomía ibicenca que muchas campañas, ferias y degustaciones en las ferias turísticas. ¡Enhorabuena!
Feliz domingo.