Josep Maria Costa, abogado de la familia de Nuria Ester Escalante, fue el entrevistado en el programa Bona Nit Pitiüses, presentado por Toni Ruiz.

Nuria Ester Escalante tuvo un «final terrible» en una zona aledaña al Hotel s’Arenal. «De la revisión de las imágenes de las cámaras de seguridad entendemos que Nuria fue víctima de un arrebato violento que acabó con su vida». Así se manifestó ayer Josep Maria Costa, abogado de la familia de la mujer desaparecida en Sant Antoni el pasado 31 de octubre. Costa fue el invitado de la entrevista del programa Bona Nit Pitiuses de la televisión d’Eivissa i Formentera.

El letrado hizo hincapié en que las imágenes son «pruebas de peso. Nuria y el principal sospechoso iban caminando por la avenida Doctor Fleming y al llegar a la altura del hotel d’Arenal dirigieron sus pasos hacia la zona de los sótanos. Las mismas cámaras captaron al hombre salir, pero no así a Nuria Ester», relató Costa, quien añadió que a partir de la medianoche sí que se observa una decena de viajes del principal sospechoso por la zona de s’Arenal. «La gente tiene que dormir y está claro que él estaba haciendo algo raro, estaba trasladando algo. Nosotros creemos que se estaba deshaciendo del cuerpo de Nuria. Son hipótesis de trabajo», apostilló el letrado que desde hace algo más de un mes representa a la familia de Nuria Ester.

Josep Maria Costa incidió asimismo en el hecho de que el principal sospechoso, un hombre de 37 años y nacionalidad polaca, incurrió en «potentes contradicciones» durante la prueba de reconstrucción realizada el pasado 21 de febrero. En este sentido, relató que el hombre señaló durante la prueba que el accedió a la zona de los bajos del hotel para «orinar», pero en las imágenes se observa que va acompañado de Nuria Ester. Es por ello que la investigación sospecha que el hombre pretendía tener algún tipo de «contacto sexual» con la mujer. En ese contexto es donde la familia sospecha que Nuria Ester tuvo un «final violento» a manos de este individuo. «Objetivamente, los dos entran en un lugar cerrado y sólo sale uno», concluyó.

Respecto a la investigación y los medios, Josep Maria Costa recalcó que «el Estado tiene la obligación de poner todos los medios para recuperar el cuerpo» y confían en que la investigación de la Guardia Civil fructifique y la búsqueda dé con el paradero de Nuria Ester Escalante, la mujer de 52 años que llegó a mediados de octubre a Sant Antoni desde Alicante para buscar un trabajo.

El abogado también lamentó la tardanza a la hora de obtener unas imágenes más nítidas. En este sentido indicó que no es de recibo que se hayan demorado dos meses y que todavía no estén disponibles.

Llamamiento a la sociedad

En abogado de la familia de Nuria Ester Escalante también puso el acento en la falta de implicación de las instituciones ibicencas en un caso que tiene su epicentro en la isla. En este sentido, argumentó que casos similares han tenido un gran eco mediático nacional y eso ha arrastrado a la sociedad y a la clase política a llevar concentraciones y muestras de apoyo. «Nuria Ester es una mujer que vino a la isla buscando trabajo y que ha desaparecido en unas circunstancias que están siendo investigadas», señaló Costa, quien advirtió que Sant Antoni, el Consell o las fuerzas políticas podrían haber tenido una muestra de apoyo con una familia que está viviendo un drama. En este sentido y a 48 horas del Dia de la Dona, Costa hizo un llamamiento a la sociedad ibicenca para mostrar su solidaridad con la familia.

Preguntado por la caótica situación que atraviesa la administración de justicia en las Pitiusas, Costa recalcó que el incendio no afecta en ningún caso a la investigación de la desaparición de Nuria Ester, una invetigación que tanto él como la familia sostienen que responde a un homicidio.

Reacción tras el incendio
Josep Maria Costa apuntó que la administración de justicia en la isla ha quedado muy tocada por el incendio declarado el 21 de enero.

El abogado hizo hincapié en que se ha notado improvisación y falta de respuesta por parte de la Administración y señaló que, según su parecer, el Ministerio de Justicia habría tenido que centrar sus esfuerzos en agilizar la puesta en marcha del edificio judicial que se alza en sa Graduada en lugar de estar pendiente de una recolocación que es provisional y con manifiestas carencias.

Además, subrayó que él es de los que comparte la opinión del juez decano de Ibiza, Juan Carlos Torres, en el sentido de que no estar antes de verano en el nuevo juzgado «sería insoportable».