Los vecinos dicen que entre la calle Asturias y la calle Navarra hay cinco clubes cannábicos.

Los vecinos del barrio de ses Figueretes muestran su preocupación, una vez, por la «degradación» que está sufriendo un barrio que, lejos de revalorizarse, «está volviendo a los años 80», señaló uno de ellos. Apuntan como principal problema el hecho de que muchos locales del barrio se hayan convertido en infraviviendas. «Siempre ha pasado y hay muchos casos que están judicializados, pero cada vez hay más; estamos hablando de que están creciendo de una manera exponencial», indicó este vecino y empresario del barrio que prefiere permanecer en el anonimato.

Según dijo, a los ya conocidos en la calle Galicia se suman otros en la calle Ramon Muntaner, en la calle Formentera, en la calle Pere Escanellas «donde puedo decir que no queda ni un local que no sea vivienda porque he visto cómo metían sofás, camas, etc», entre otras. «Sabemos que hay una problemática muy grande en el tema de la vivienda, pero el barrio no tiene que padecerlo. Son locales que no tienen cédula de habitabilidad y tampoco se les hace una revisión adecuada», criticó.

Otra de las situaciones más criticadas en el barrio gira en torno a los clubes de cannabis. Aunque el Ayuntamiento de Vila ha confirmado que de los tres que hay registrados en el municipio, dos pertenecen a ses Figueretes, muchos vecinos y empresarios de la zona aseguran que hay cinco. Concretamente, dicen que se distribuyen entre la calle Asturias y la calle Navarra. «Además del bar conocido por todos en el que se está 24 horas vendiendo droga», lamentó este vecino.

Reivindicaciones

El pasado mes de noviembre, una reunión del comisario de la Policía Nacional de Ibiza con varios vecinos de ses Figueretes arrojó datos «preocupantes» para el barrio. «El 25% de los delitos de tráfico de estupefacientes del municipio de Ibiza se dan en ses Figueretes y el 33% de los delitos de la ciudad, son aquí», matizó uno de los asistentes a la cita. «Son cifras altísimas como para que el alcalde y el equipo de gobierno tomen cartas en el asunto», argumentó.

Una demanda que ya hicieron hace unos meses desde la Asociación de Vecinos quien acusaron a las instituciones de las «escasas» actuaciones que llevan a cabo en el citado barrio. De hecho, hicieron un dossier explicativo con fotos informando sobre todas las deficiencias que sufre la zona; entre ellas, la escasa iluminación, la prostitución callejera, la necesidad de un mayor control policial, el menudeo de droga y la existencia de locales que se han convertido en viviendas.

Sin embargo, Manuel Hernández, comisario de la Policía Nacional, reconoció que en los últimos meses «los hurtos y los robos han descendido porque hay muchos locales cerrados en esta época y el paseo está en obras, que es dónde más movimiento había»; un paseo que, según lo previsto, estará listo de cara a la temporada cuando, también, abren sus puertas los hoteles y establecimientos. Además, indicó que los barrios de Es Pratet o l’Eixample están en la misma situación.

En cuanto a los clubes de cannabis, subrayó que desde la Policía se trabaja en «intentar» demostrar que se cultiva y se vende la droga sin estar permitido, «pero eso va siempre bajo una investigación». «Estos clubes tienen que someterse a estatutos restrictivos que dicen quién puede entrar, a qué socios registra, etc. En el momento en el que hay venta es una ilegalidad y eso es lo que se puede investigar», apuntó Hernández.