La agresión mortal se produjo en el barrio de ses Figueretes la madrugada del día de Navidad de 2007. | J.M.

El próximo martes 2 de abril se celebrará el juicio por el homicidio de Santiago Garrido, de 23 años, la madrugada del día de Navidad de 2017.

Un jurado popular será el encargado de juzgar a los dos jóvenes encausados por la agresión mortal. Steven G.Z., el principal acusado y considerado autor material del botellazo que acabó costándole la vida a Santi, se enfrenta a una petición fiscal de 18 años de prisión y a una indemnización de 250.000 euros a los familiares del joven fallecido el día de Navidad de 2017.

La Fiscalía pide 14 años por el delito de homicidio y otros cuatro por el de robo con violencia empleando instrumento peligroso. En cuanto a la responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal indica que el principal encausado deberá indemnizar con 180.000 euros a los padres de Santi, con 40.000 al hermano y 30.000 euros para la pareja sentimental del joven.

En la banqueta de los acusados también se sentará Carlos G.P.H., el otro joven detenido por su participación en la agresión mortal. El Ministerio Fiscal solicita una multa de 600 euros (dos meses a razón de diez euros diarios) como autor de un delito leve de maltrato de obra.
La acusación particular eleva las penas a 20 años de prisión para cada uno de los acusados por un delito de asesinato.

Según el relato de los hechos, tras haber estado haciendo botellón en ses Figueretes, los acusados se cruzaron en la confluencia de la calle Formentera con Asturias con Santi Garrido, quien se dirigía a casa de sus padres. El principal acusado se dirigió a la víctima llamándole «carapolla». Santi le recriminó la actitud y en respuesta recibió un par de puñetazos en el rostro por parte del otro implicado. El relato de los hechos añade que en ese momento, Steven, que llevaba una botella de ron en la mano, la cogió por el cuello y le asestó un golpe en la parte izquierda de la cabeza. Santiago cayó al sueño aturdido. Los acusados aprovecharon el momento para robar a la víctima un teléfono móvil.

Los acusados abandonaron el escenario de la agresión y Santi logró llegar a casa de sus padres, se limpió la sangre en el baño y se acostó en una cama. En torno a las 12:30 horas, la madre fue a despertarlo pero Santi ya yacía sin vida en la cama.

La autopsia determinó que, a consecuencia del golpe que le propinó el principal encausado, Santi sufrió un traumatismo craneal contuso cerrado, con hemorragia y fractura de hueso temporal.

Los Guasones
El principal acusado está considerado por la Policía Nacional como el cabecilla de una banda latina denominada ‘Los Guasones’ y se encuentra en prisión provisional desde el 16 de febrero de 2018.