La batucada organizada por los padres interactuó con el público. | MARCELO SASTRE

Música, flores y color para celebrar la primavera. El centro Waldorf de educación infantil y primaria acogió ayer su mercadillo de primavera, totalmente organizado por padres, madres, alumnos y el equipo docente de la escuela.

A lo largo de la jornada se sucedieron las actuaciones musicales entre las que destacó una batucada organizada por papás y mamás. Los bombos y las cajas despertaron el entusiasmo del gran número de niños que acudieron al evento, que bailaban y daban palmas al ritmo que marcaba la directora del grupo.

La maestra de manuales, Silvia Gutiérrez explicaba que los alumnos también habían participado en la preparación de la batucada para el evento. «La clave del mercadillo es la alegría que se transmite, que es algo que se trabaja en el día a día de la escuela», explicaba.

Entre los puestos de comida, bebida y artesanía, también los alumnos tenían su labor. Sobre unas balas de paja tres alumnas se encargaban de un puesto de cajas pintadas y otras manualidades. Habían trabajado con mucha ilusión en la preparación de su pequeña parada en la que también había disfraces para aquellos niños que quisieran cambiar de look durante un rato.

Otro aspecto muy cuidado en el centro que se reflejaba en el mercadillo era el trabajo en hábitos de alimentación y cuidado medioambiental. La mayoría de la comida estaba elaborada con productos ecológicos y se servía en vajilla para evitar la generación de basura.