María y Enrique, usuarios habituales de la Línea 35, aseguran que los cambios les han complicado su rutina. | MARCELO SASTRE

Los cambios en las líneas de autobús tras la entrada en funcionamiento del Cetis siguen generando protestas entre los usuarios. La última la de un grupo de jubilados que utilizan prácticamente a diario la Línea 35. «Esa línea se creó para ir a Ibiza y no al Cetis», explicó indignado Pepe Cardona.

Este vecino de Sant Jordi asegura que ese trayecto se puso en funcionamiento hace unos años «cuando yo era tesorero en la Casa de Mayores de esta zona y fui uno de los que la reclamé».

Junto a él, otras 15 personas se plantaron la semana pasada en el Consell d’Eivissa para reunirse con el coordinador de Movilidad Gian di Terlizzi y entregar una queja formal. «Recogí 75 firmas en tan solo dos días», apuntó Pepe. «Pero creo que no van a servir para solucionar el problema. Dejaron el papel en un montón y nos dijeron que el problema era del Ayuntamiento», aseguró.

Hasta la puesta en marcha de la estación intermodal a principio de marzo, esta línea hacía varias paradas en el centro urbano de Vila.

«Queremos que se retomen las paradas de bajada y subida en la Avenida de España y también en Isidoro Macabich».

Usuarios de la tercera edad
La mayoría de personas que hacen este recorrido son personas mayores. Entre ellas, María y su marido Enrique, de 84 y 88 años respectivamente. «Vivimos en el barrio de Cas Mut y antes nos bajábamos en la parada de Isidoro Macabich para acercarnos a hacer la compra y a la farmacia», explicaban. «El otro día nos dejaron en el Cetis sin avisarnos. No nos habíamos enterado de estos cambios porque somos mayores y casi no leemos. No tenemos apenas vista».

Esta pareja de ancianos insiste en que con estos cambios les han «complicado» su rutina. «Mi marido apenas puede andar y tenemos que ir parando en cada banco que encontramos en el camino desde el Cetis hasta el centro urbano», explicó esta usuaria. Además «no tenemos edad ya para ir cargados con la compra», añadió.

Según explicó Pepe Cardona, esta situación les ha hecho plantearse incluso llevar a cabo movilizaciones. «Estamos muy indignados y nos estamos planteando hacer una pitada de una hora a las puertas del Consell para que nos oigan», aseguró.

«Somos muchos los que usamos la Línea 35 y la mayoría somos personas mayores de los alrededores de Ibiza», señalaron. «Si no se soluciona, en Sant Jordi ya hay quien se plantea coger la línea del aeropuerto que sí que llega al centro», comentaban estos usuarios. «La Línea 35 acabará por no usarse», aseguraron.

Constancia de las quejas
Tanto el Consell d’Eivissa como el Ayuntamiento de la ciudad aseguraron tener constancia de estas quejas.

Unas demandas que la consellera de Movilitat, Pepa Marí, agradeció dado que «con ellas se podrá mejorar el servivio y demuestran que hay un uso de este transporte».

Así mismo, Marí insistió en que la revisión de las líneas de autobús está prevista a través de una reunión en la que también debe tomar parte el Ayuntamiento.

Por su parte el Consistorio de Vila aseguró que «se está estudiando la demanda que plantean». No obstante recordaron que la ubicación de las paradas en la ciudad se acordó para la situación intermedia actual mientras se adjudican las nuevas concesiones del transporte público.