Tras la configuración del jurado, la sala escucha la declaración de los acusados. | Alejandro Sepúlveda

La Audiencia Provincial acoge desde hoy el juicio por el crimen del joven ibicenco de 23 años, Santi Garrido. El juicio se abrirá con la elección del jurado popular y posteriormente está prevista para hoy la declaración de los encausados.

Los dos jóvenes detenidos por la agresión mortal a Garrido se sentarán en el banquillo de los acusados para responder por un delito de homicidio y robo con violencia.

Steven G.Z., el principal acusado y considerado autor material del botellazo que acabó costándole la vida a Santi, se enfrenta a una petición fiscal de 18 años de prisión e indemnizar con 250.000 euros a los familiares del joven fallecido el día de Navidad de 2017.

La Fiscalía pide 14 años por el delito de homicidio y otros cuatro por el de robo con violencia empleando instrumento peligroso. En cuanto a la responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal indica que el principal encausado deberá indemnizar con 180.000 euros a los padres de Santi, con 40.000 al hermano y 30.000 euros para la pareja sentimental del joven. Paralelamente, la fiscalía pide una multa de 600 euros para el otro encausado.

La acusación particular eleva las penas a 20 años de prisión para cada uno de los acusados por un delito de asesinato.

Agresión mortal en Navidad

Según el relato de los hechos, tras haber estado haciendo botellón en ses Figueretes, los acusados se cruzaron en la confluencia de la calle Formentera con Asturias con Santi Garrido, quien se dirigía a casa de sus padres. El principal acusado se dirigió a la víctima llamándole «carapolla». Santi le recriminó la actitud y en respuesta recibió un par de puñetazos en el rostro por parte del otro implicado. El relato de los hechos añade que en ese momento, Steven, que llevaba una botella de ron en la mano, la cogió por el cuello y le asestó un golpe en la parte izquierda de la cabeza. Santiago cayó al sueño aturdido. Los acusados aprovecharon el momento para robar a la víctima un teléfono móvil.

Los acusados abandonaron el escenario de la agresión y Santi logró llegar a casa de sus padres, se limpió la sangre en el baño y se acostó en una cama. En torno a las 12:30 horas, la madre fue a despertarlo pero Santi ya yacía sin vida en la cama.

La autopsia determinó que, a consecuencia del golpe que le propinó el principal encausado, Santi sufrió un traumatismo craneal contuso cerrado, con hemorragia y fractura de hueso temporal.