Paquita Ribas se encuentra recogiendo las firmas suficientes (500) para poder presentarse con la agrupación de electores. | DANIEL ESPINOSA

Paquita Ribas Ribas (Sant Jordi, 1967) ha dejado el PSOE, formación a la que ha estado afiliada desde que tenía 21 años, para formar Compromís amb Sant Josep, una agrupación de electores que concurrirá a las elecciones municipales del municipio josepí si consigue llegar a las 500 avales, que ha empezado a recoger esta semana.

—¿Quién hay detrás de Compromís amb Sant Josep? ¿Qué o quiénes son los responsables de que usted, a principios de año, diera un paso atrás y ahora vuelva a darlo hacia adelante?
—Los responsables del mes de enero no son los mismos que los del mes de marzo. En enero fui yo, pensé que no quería trabajar cuatro años más de la misma manera y le comunico al candidato que no quiero formar parte de su candidatura. En la decisión de ahora me ha influenciado mucha gente: desde trabajadores del ayuntamiento a gente de diferentes sectores del municipio, amigos y conocidos que te paran por la calle y te dicen que no te puedes ir. Si los ciudadanos deciden que tengo que seguir en política lo haré y seguiré trabajando como hasta ahora, porque no sé hacerlo de otra manera y no cambiaré. Hago simplemente lo que me han pedido que haga.

—¿Usted ha dejado de ser de izquierdas?
—No. He sido de izquierdas toda mi vida adulta, porque no vengo de una familia de izquierdas que el día que naces te colocan cosas de color rojo, pero con los años siempre he tenido la misma inclinación y las mismas ideas, y no los he cambiado.

—Y la gente que le acompañe en las listas, ¿también será de izquierdas?
—Pues supongo que habrá gente de todo, no creo que gobernar un municipio sea cosa de izquierdas o de derechas, y esto lo he dicho muchas veces. Hacer un proyecto bueno para el municipio no es de izquierdas ni de derechas sino de personas sensatas que quieren lo mejor para los ciudadanos. Por eso no quiero hacer un partido político, porque no quiero que me encasillen sino que quiero ser un engrasador de la administración de Sant Josep y conseguir aquello que la gente necesita o me pida, no lo que yo quiera que hagan mis vecinos.

—Desde fuera se veía al tándem ‘Agustinet’-Paquita Ribas casi indestructible. ¿Cuál fue el detonante de su distanciamiento?
—Cuando en 2011 nos hacen la moción de censura y cada uno volvemos a nuestro trabajo, perdemos el contacto tan estrecho que habíamos tenido los primeros cuatro años gobernando y los años anteriores en la oposición. Cuando volvemos en 2015 el equipo ya no es el mismo que en 2007 y 2011 y la relación cambio, pero no porque pasara algo en concreto.

—¿Usted ha dejado el PSOE porque quería ser la candidata a la alcaldía en caso de que ‘Agustinet’ no hubiera continuado? ¿Aspiraba a ello?
—Si ‘Agustinet’ no hubiera repetido yo, seguramente me hubiera postulado como candidata, porque pienso que a día de hoy estoy preparada para este trabajo. Si me lo hubieran ofrecido hace unos años yo hubiera contestado que no la quería, pero ahora creo que conozco el ayuntamiento, el municipio y los problemas de dentro y fuera.

—¿Le sentó mal que los afiliados de Sant Josep apostaran por Pilar Ribas es vez de por usted?
—No. El tema fue que Pilar Ribas, cuando hizo su equipo, decidió que la portavoz del PSOE de Sant Josep y primera teniente de alcalde no tenía que estar en los órganos de dirección. Esto sí que me sentó mal. En ese momento ellos no quisieron que tuviera un cargo orgánico en mi partido y yo me postulé para liderar la agrupación. No gané pero saqué un 33 % y entré en la ejecutiva junto con otras dos personas de mi lista. Mi candidatura a la secretaría general fue para mostrar mi descontento hacia la dirección que se quería formar. Pero yo siempre he discrepado en mi partido, lo que ahora parece que va bien decir que Paquita se enfadó aquel día. Cuando salieron los resultados de las agrupaciones nadie dijo que había habido dos candidaturas en Sant Josep.

—¿Por qué se escondió este hecho?
—No lo sé, yo no soy de la dirección. Me extrañó a mí y a mucha gente del partido, pero yo no lo tenía que decir en ese momento porque creo que las cosas internas deben serlo siempre. La sorpresa fue cuando dos años después me lo preguntó un periodista. Esto es porque alguien se lo dijo.

—¿Le ha llamado algún dirigente del PSOE desde que dijo que abandonaba el partido?
—No, dirigente ninguno. Algún compañero a nivel personal sí, pero muy pocos. Esta es una de las cosas que más me han dolido de todo este asunto. A mí me supo mal cuando en enero digo que me voy y nadie me pregunta por qué. Cuando una persona ha llegado donde ha llegado en el partido y en el ayuntamiento y decide que se quiere ir normalmente tiene que haber una causa. Lo normal, creo, que hubiera sido que alguien de la casa me hubiera preguntado qué había pasado. Pero no lo hizo nadie. Y a mí esto me supo muy mal. Siempre me ha hecho mucha más rabia que se me obvie a que se me pregunten las cosas a la cara.

—¿Desde cuándo no habla con Vicent Torres, el secretario general?
—Fue un día que estaba presentando su lista al Consell y le faltaba un nombre por el final y le dije que no. Esto fue mucho antes de que yo me fuera del PSOE y desde entonces no hemos vuelto a hablar. Nos hemos saludado pero no hemos vuelto a hablar. Tampoco no era con quien más trato tenía.

—¿Por qué rechazó su oferta?
—Porque yo no quiero ir al Consell y, además, tampoco iría en el número ocho o diez.

—¿Por qué ya no se siente representada por el PSOE? ¿Qué ha cambiado? ¿O es una cuestión de personas?
—Me pasa con el PSOE de ahora como con la religión. Yo soy religiosa de nacimiento pero no la practico porque en un momento determinado no me gustaron las personas que había en la Iglesia. Y me ha pasado un poco lo mismo con el PSOE. Pero no solo con las personas que han dirigido el partido a nivel insular en los últimos años sino en general. Quizás es que soy más antigua y tengo otra forma de hacer pero no me gusta. Y como no me siento representada pues me voy.

—¿Qué pondrá Compromís encima de la mesa para mejorar Sant Josep?
—Pues esto mismo: compromiso, que es lo más importante de todo. Por lo que me han explicado estos días, lo que le hace más falta al municipio es ser próximos, estar a disposición y comprometerte con tus ciudadanos. Yo puedo poner en mi programa que haré diez colegios tanto si hacen falta como si no, pero yo quiero que decidamos entre todos lo que hay que hacer, porque a lo mejor hoy el problema principal es uno y al cabo de un año es otro muy distinto y cuatro años dan para muchas cosas. Quiero que la gente me considere que soy próxima, como hasta ahora. Yo siempre le he cogido el teléfono a todo el mundo, y a veces son conversaciones no muy agradables. Si alguien te llama por teléfono es porque quiere que le contestes, o si quiere una cita es porque quiere hablar contigo. Si yo dirigiera un ayuntamiento creo que la gran diferencia con los partidos que lo han gobernado hasta ahora sería la proximidad.

—Uno de los temas que más preocupan a la gente es el urbanístico y Sant Josep es uno de los municipios que más tardan en otorgar licencias. ¿Tiene solución?
—El principal problema que tenemos en Sant Josep es no tener en Plan General actualizado. Cada cuatro años hemos empezado un nuevo plan y cada cuatro años lo hemos tirado para atrás. Si miras los cuatro o cinco proyectos que se han empezado, hay entre un 60 y un 70 por ciento que es igual. ¿Por qué no podemos consensuar entre todos un plan que sepamos que entre quien entre dentro de cuatro años seguirá y se acabará? Hoy tenemos un planeamiento tan antiguo que cada vez que queremos hacer el 100 %, volvemos a cero. Si consiguiéramos hacer en cuatro años el 65 %, ya tendríamos esto avanzado. Si luego un partido tuviera suficiente mayoría para acabarlo, podría hacerlo, pero mientras ya habríamos actualizado el urbanismo de nuestro municipio. A día de hoy casi no puedes hacer nada porque tienes que mirar seis leyes para dar una licencia y a los técnicos les cuesta más firmar porque hoy todo acaba en los juzgados y estas cosas ponen muy nervioso.

—En Sant Antoni han aprobado esta legislatura una Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) para el núcleo urbano. ¿Se podría aplicar en alguna zona del municipio de Sant Josep, como Platja d’en Bossa?
—En Sant Antoni creo que el problema en el West End es porque allí vive gente. En Sant Jordi no hay estos problemas porque la zona de Platja d’en Bossa es turística completamente y no creo que sea aplicable. Las normas estatales en las que nos basamos para hacer las ordenanzas, aunque cambiáramos estas ordenanzas o no las hiciéramos, los ciudadanos siempre podrían defenderse ante un atropello como el no poder dormir en su hogar. Nosotros tenemos que apostar por la convivencia, hacer entender a los empresarios que todos tenemos que convivir, y a los ciudadanos, que vivimos de lo que vivimos. Porque a lo mejor dormiremos muy tranquilos pero cuando nos levantemos no tendremos nada que hacer. Hay que ser conscientes de dónde vivimos y de lo que vivimos.

—Como ‘jordiera’, ¿le gusta la plaza de su pueblo?
—No, nunca me ha gustado. Tenemos que juntar a la gente de Sant Jordi y decidir entre todos qué queremos hacer. Lo suyo, en vez de hacer un proyecta y exponerlo al público, es hablar con la gente, le explicamos al arquitecto lo que tiene que hacer y que él lo dibuje. Así la gente lo acogerá con más ganas. A la gente hay que hacerla partícipe y culpable de las decisiones, porque nosotros tenemos esta plaza porque en su día los vecinos dejaron que se hiciera esta plaza. Y esta reflexión vale igual para la antigua carretera del aeropuerto que pasa por en medio del pueblo. Que la gente que viva allí o tiene negocios, participe y decida.

—¿Le dejó tocada la decisión de subastar las concesiones de playas?
—No. Yo hice el trabajo que me tocaba. La decisión de hacer la subasta fue de todo el equipo de gobierno. Aquella vez fue más mediático el tipo de empresarios que se presentaron, pero en la última, con sobres cerrados, hemos tenido empresarios que se han vuelto a presentar para reventar precios y no ha pasado ni un año y ya nos han dejado tirados o les hemos quitado la concesión, y no son ni canarios ni habían estado en prisión. Yo siempre he defendido todo lo que ha decidido el ayuntamiento, las que más me han gustado y las que menos. Con licitaciones de 4 millones de euros hay todo tipo de gente. Yo era la portavoz y me tocaba defenderlo.

—¿Se ve después de las elecciones pactando un equipo de gobierno con el PP?
—Vistas las encuestas no creo que vaya a ser este el problema pero ahora no me veo pactando con nadie.

—¿No es de poner cordones sanitarios?
—No. Al final, los concejales que salgan serán de nuestro pueblo y quizás las ideologías de su partido en Madrid serían muy complicadas de entender pero aquí, en Sant Josep, serían entendibles. En un tema o en un presupuesto concreto nos podríamos poder de acuerdo. No creo que ellos estuvieran en contra de construir un colegio o arreglar la plaza de Sant Jordi.