Imagen colectiva de los 14 artistas de Ibiza que participan en la muestra.

El pasado 6 de abril un grupo de catorce artistas ibicencos inauguraron una exposición colectiva, con una gran acogida de público, en la Torre de los Duques de Medinaceli en la localidad alicantina de El Verger en colaboración con Baleària y organizada por Núcleo Art Ibiza.

Según asegura Gustavo Eznarriaga se trata de una muestra ecléctica basada en la idea de «enseñar una maleta cuyo contenido represente los sentimientos del artista o la recreación de su taller o espacio de trabajo». Al final, según el artista Vicente Torres, el resultado «se ha adaptado perfectamente al espacio de la galería realizando un viaje iniciático del arte desde el sótano, pasando por la entrada, la sala principal y los diversos pisos de la torre que estructuran el edificio».

Los catorce representantes son Romanie, Jesús Albarrán, Miquel Farriol, Pep Monerris, Lula Martins, Renato Steinmeyer, Adrián Cardona, Julia Fragua, Vicent Torres, Bonet Vallribera, JavierEns, Gustavo Eznarriaga, Manel Ortí y Lourdes Crespí.

Las obras de todos artistas
Romanie ha creado «una red en 3D para representar la micorriza o comunicación entre los árboles y los hongos» mientras que Albarrán se ha decantado por una obra «en la que rompe la geometría del cuadro con la imagen saliendo fuera con la técnica de la vectorización sobre un plástico recortado». Por su parte, Farriol muestra «un huevo frito, que representa el espíritu creativo del artista que levita hacia lo desconocido», Monerris ha creado «un robot que dentro de la maleta lleva las ilusiones para desarrollar su trabajo en un nuevo planeta», Martins «una pieza en la que recrea su mundo personal lleno de objetos, fetiches, dibujos», y Steinmeyer «una maleta llena de retales de papel con ocho piedras numeradas que se corresponden con ocho cajas en las cuales hay un objeto dentro con el que el público debe interactuar».

Adrián Cardona ha traído hasta Alicante «una obra con un ataúd que representa el último viaje con elementos esparcidos por el suelo relacionados con el mar», Fragua «distintos objetos, figuritas y sillas que reflejan el caos de una casa con niños pequeños», Torres se decanta «por un concepto más duchampiano con pequeñas reproducciones de sus obras , esculturas, dibujos e instalaciones, completado con un vídeo de diapositivas», y Vallribera «reproduce una intervención sobre un bosque a pequeña escala dentro de la maleta».
JavierEns enseña una maleta «solo abierta unos centímetros que obliga al espectador a agacharse y descubrir una instalación lumínica que hay en su interior», Gustavo Eznarriaga «una recopilación en miniatura de los trabajos que ha ido realizando y que recoge paisajes, animales, esculturas, elementos arquitectónicos y vegetales» y Manel Ortí «ilustra en miniatura paisajes que explican las impresiones de los viajes realizados o por realizar». Finalmente, Lourdes Crespi acerca «su mundo marino pintando en el interior de la maleta».