Vista aérea de ses Feixes des Prat de Vila.

Este domingo, 21 de abril, expira el plazo de un año durante el cual el Consell d’Eivissa debía aprobar definitivamente el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Eivissa. Sin embargo, la institución insular no ha convocado ningún pleno para abordar esta cuestión, por lo que automáticamente entrará en vigor el PGOU de 1987, mucho más desarrollista y en el que, por ejemplo, se permite la construcción en ses Feixes des Prat de Vila.

No obstante, el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Torres, no quiso ayer confirmar lo que parece obvio a todas luces: con la Semana Santa de por medio, no hay tiempo material para aprobar definitivamente el PGOU. «Nos estamos reuniendo con los técnicos de Vila. No sé si llegaremos, ya veremos», apuntó ayer el presidente insular.

Sin prisa en el Consell
La tardanza de la Comisión Balear de Medi Ambient a la hora de aprobar la Evaluación Ambiental Estratégica de la revisión del PGOU de Vila, cuyo visto bueno se produjo a finales del mes de marzo, dejó un estrecho margen al Consell d’Eivissa para su aprobación definitiva.

La consellera de Territori, Pepa Marí, ya apuntó en su día que los técnicos de la institución insular no tendrían ninguna prisa en darle su visto bueno. «Lo que queremos intentar es que salga el texto lo más reforzado posible porque ya tenemos experiencias de otro PGOU que por desgracia después de hacer todo el trabajo fue impugnado y se anuló», dijo Marí en referencia al PGOU de 2009 que fue tumbado por el Tribunal Supremo al haberse aprobado sin contar con la preceptiva Evaluación Ambiental Estratégica.

La principal prescripción de la Comisión Balear de Medi Ambient al PGOU de Vila establece que, por falta de agua, no se produzcan nuevos crecimientos urbanísticos.

Expertos jurídicos consultados señalan que, con las prescripciones y las modificaciones que deben hacerse, el Ayuntamiento debería hacer una nueva aprobación provisional, «para lo que ya no tiene tiempo». El artículo 55.5 de la Ley de Urbanismo de Balears dice que conforme a «la información pública, los informes emitidos y la tramitación ambiental, se introducirán las modificaciones que procedan, sometiéndose a una nueva información pública si estas fueran sustanciales». Y se considera que las modificaciones requeridas lo son. La concejala de Urbanisme de Vila, Elena López solicitó a la Comisión Balear de Medi Ambient que las enmiendas se puedan hacer tras la aprobación del PGOU. Algo con lo que el ente del Govern balear se mostró conforme. Sin embargo serán los técnicos del Consell d’Eivissa los que determinen si el texto se puede aprobar sin necesidad de volver a exponerlo públicamente.