La actualidad, sin embargo, llevó a no tratar temas presupuestarios, su fuerte como exempleado de banca, sino a centrar la entrevista en el medio ambiente. No pudieron faltar, por tanto, las cabras. «Hubo una época que en Ibiza todos los islotes tenían rebaños, pero eso ya no tiene razón de ser. Las cabras ahora allí son un peligro para la flora endémica del islote. No tienen que estar allí» dijo.
¿Cuándo se iniciará el proceso de retirada? «Cuanto antes», respondió Juan, pero concretando un poco indicó que la intención es hacerlo este verano, dado que las condiciones del mar son buenas y debido al calor las cabras se ven obligadas a bajar a los abrevaderos que hay en las faldas del islote.
A pesar de ello, también quiso puntualizar que es «un proceso muy complicado» que se debe hacer correctamente, sobre todo por las posibles enfermedades que puedan tener los animales, que requerirán de un período de cuarentena de seis meses.
Se mostró resignado a recibir críticas a la actuación que se lleve a cabo, sea cual sea, «por tanto cuanto antes lo solucionemos mejor y desde el Consell d’Eivissa no escatimaremos esfuerzos en que se haga de la mejor manera posible».
Feixes y PGOU
La protección de ses Feixes de Vila es otro tema del departamento de Medi Ambient en el que se trabaja con urgencia. «Era un proyecto que estaba bastante adelantado; ya estaba previsto hacer allí una oficina de información, pero por motivos extrapolíticos se ha prolongado y ahora estamos trabajando en ello».
La protección de ses Feixes llevó a hablar del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Vila. Un texto que ahora está en el Consell, principalmente en el departamento de Territori, pero también los técnicos de Medi Ambient trabajan en ultimar las reformas pedidas por la Comisión de Medi Ambient. «Por parte de nuestros servicios técnicos trabajamos a contrarreloj para llevar el documento ante la CIOTUPHA». Esperó que se pudiera llegar a tiempo para aprobarlo antes de que decaiga el plazo de suspensión del PGOU de 1987, sin embargo reconoció que «es muy difícil».
Y se concluyó también con medio ambiente, hablando del vertedero de Ca Na Putxa. «Esta era una asignatura pendiente que teníamos pendiente desde el año 2005, que en su momento no se hizo, hacer una planta de triaje y una planta de metanización».
Sin embargo, a pesar de estas obras que concluirán a finales de 2020 y servirán para que entre menos basura en el vertedero, el tiempo de vida estimado de este es de 7 u 8 años. En ese momento en la isla tendrá que estar decidido qué se hace con la basura que se genera en Ibiza y Formentera.
¿El Consell considera las alternativas para este horizonte? «Ahora llevamos a aprobación en el próximo pleno del Consell el Plan Director Sectorial de Residuos. Una de las cosas que dice es que en los próximos dos años se debe decidir qué se va a hacer con la basura». Las alternativas que valoran los técnicos son que la basura se quede en Ibiza, ya sea a través de una ampliación del vertedero o de la construcción de otra instalación de tratamiento; o si se envía fuera, ya sea a la península o a Mallorca.
¿Hay alguna línea que se prefiera? «No, creo que es importante escuchar a los técnicos, ellos serán los que nos den a los políticos varias soluciones entre las que el Consell tendrá que elegir. Todas tienen cosas buenas y cosas malas», concluyó Gonzalo Juan.
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