Los turistas pasean ya por las principales calles de Sant Antoni. | Marcelo Sastre

Mientras unos ya han levantado la persiana, otros aún limpian, pintan y ultiman detalles para poder abrir su negocio. La llegada de la Semana Santa no es el inicio de la temporada para todos los comerciantes en la zona de Sant Antoni.

«Si hablamos de los negocios turísticos, en estas fechas están abiertos un 25%», señala Joan Ribas, presidente de la Asociación de Comerciantes de esta zona. Según explica, «los que abren son los que necesitan contratar menos plantilla porque si tienes mucho personal, al final entre contratos y gastos fijos no merecería la pena». Además añade que no hay tanta gente como para que sea rentable que abran todos los comercios. Eso sí, los turistas tienen de todo «tiendas de moda, souvenir, tiendas de regalos...», asegura.

Buenas previsiones
Las previsiones para esta Semana Santa son buenas, aunque la mayoría de los negocios están pendientes de la previsión del tiempo. «Si hace malo muchos no salen a la calle y menos a sentarse en una terraza», comenta el empleado de uno de los bares de la zona.
Por las calles se ven turistas «sobre todo extranjeros», comenta el presidente de los comerciantes. «El que ya haya más vuelos, más hoteles abiertos y más facilidades, invita a que vengan visitantes y que nosotros abramos. Todo es una cadena», asegura. Además, Ribas recuerda que el turismo deportivo está atrayendo a mucha gente estos días y que «algunos luego si les gusta lo que ven, vuelven más días», dice. «El turista de estas fechas es un turista deportivo, o de relax y naturaleza. Cuando llega el verano lo que buscan es fiesta y playa».

«Este año la Semana Santa ha caído tarde - en 2018 fue en marzo - y creemos que eso va a influir en que no se note mucho bajón después, como pasó el año pasado», señala Ribas.
El final de la Semana de Pasión se juntará con el inicio de la temporada de verano.

«Abrimos justo el Jueves Santo y esperamos que el verano sea bueno porque solo trabajamos seis meses al año y dependemos del turismo», explica Miguel Ángel, de la pizzería restaurante Lua Lua. Este empresario cuenta que antes abrían en invierno pero que Sant Antoni «se queda un poco triste» y tuvieron que dejar de hacerlo. «Los últimos años hemos notado que vienen menos clientes porque cada vez más los hoteles están ofreciendo el todo incluido y a nosotros nos repercute», asegura.

Además, señala que hasta ahora recibían bastante turista español que llegaba al puerto de Sant Antoni en barco desde Gandía. «Ahora los españoles dicen que les sale más caro venir a Ibiza que irse a Inglaterra, entre vuelos y alojamiento», comenta.

A pesar de todo, estos días festivos han atraído turismo. «Se ve ambiente desde el lunes», dice Mohamed, del restaurante El Patio. «Muchos extranjeros», dice. Algo en lo que coinciden todos, bares, tiendas de ropa y souvenirs.

Cala de Bou
En la zona de Cala de Bou la cosa va más despacio. «Aquí el turismo es de sol y playa y llegan a partir de mayo y junio», comenta Maria José, empleada de un supermercado.
«La mayoría de hoteles siguen cerrados y eso afecta al resto de negocios», dice Jorge de el bar El Kiosco.

Aún así, cafeterías, bares y restaurantes han notado algo más de afluencia estos días y tienen esperanzas de que la Semana Santa sea buena, «si el tiempo lo permite», apunta Denis, de la cafetería Cool.

«Mi clientela son los trabajadores que hacen temporada, no los turistas. Por eso ya tenemos más movimiento», explica Maria de Sa Cuina de Tots, que trabajan con comida casera para llevar.

Otros se lo toman con más calma porque «el verano es muy largo», dice María del supermercado Es Pins. Estos días, ella y su marido, los están dedicando a poner a punto el negocio que abrirán en mayo, según cuenta.

Desde la Asociación de Comerciantes de Sant Antoni señalan que algunos comerciantes tienen «sensación de miedo de que la temporada vaya mal porque hay otros destinos que están mejorando y el turista se va a ir» pero «aquí tenemos que seguir con lo nuestro y luchar en calidad y para mantener el nombre de Ibiza, que es lo que tenemos», insiste Joan Ribas.

A poco de que empiece la temporada de verano el presidente de los comerciantes señala que hay varios locales que aún no tienen la licencia de ocupación de la vía pública para instalar la terraza. «Nos gustaría que la cosa fuera más fluida por parte del ayuntamiento, porque algunas están solicitadas desde enero», asegura.

También comenta que «está atascado el tema de licencias para hacer pequeñas reformas», algo que está haciendo que los empresarios «pierdan las ganas de mejorar sus negocios».