La exposición con las fotografías de Shadi Ghadirian se puede ver en la Espacio Micus hasta el próximo mes de julio.

El pasado sábado Espacio Micus en colaboración con la empresa de arte Contemporánea, comisariada por Mario Martín, su representante en España, presentaron la exposición retrospectiva Como todos los días, de la fotógrafa iraní Shadi Ghadirian. Está formada por cincuenta fotografías que exploran las series más controvertidas de esta artista sobre la mujer iraní y que mezclan tradición y modernidad. La exposición podrá visitarse hasta julio los domingos de 11.00 a 14.00 horas o por cita concertada llamando al teléfono 971191923.

En esta exposición, según explicaron desde la galería a Periódico de Ibiza y Formentera se ofrece un recorrido por su producción artística desde 1998 hasta 2011, mediante medio centenar de fotografías en color sepia, blanco y negro y color: «En la primera serie, Qajar (1998), Ghadirian se inspira en los retratos que se realizan en este período histórico de Irán a finales del XIX y principios del XX. Las realiza con 24 años para su tesis doctoral.

Mediante un fino sentido del humor la artista define la vida de la actual mujer iraní como fuera de su tiempo; en una aparente anacronía que ha hecho de esta serie y, por ende, de Ghadirian que sean mundialmente reconocidas y admiradas». La más famosa es la de una mujer retratada con un radiocasete o con una bicicleta.

Like Everyday (2000) es la segunda serie, y esta vez sí que «hay una intención clara por parte de la fotógrafa de elevar una crítica ante las responsabilidades que recaen sobre los hombros de la mujer durante toda su vida. En ellas el rostro femenino es sustituido por un utensilio doméstico trascendiendo distinciones culturales y haciendo universal su protesta».

Esta serie tuvo la censura no política, sino de las propias mujeres mayores más tradicionales. Una de las más conocidas es la de una mujer cuyo rostro ha sido sustituido por una tetera o una plancha.

En West by East (2004) Ghadirian «se atreve a retratar a jóvenes iraníes a la manera occidental retocando las propias fotografías tal y como la censura hace de las imágenes que aparecen en las revistas occidentales que se distribuyen en su país».

Ctrl + Alt + Del (2006) supone «una reflexión sobre la tecnología, los cambios sociales y culturales que conlleva y su imposición sobre la identidad del individuo». En ella Ghadirian con los símbolos del escritorio del ordenador recrea el cuerpo humano en unos movimientos de danza.

En las siguientes series Nil Nil y White Square, de 2008, «la fotografías se convierten, no sólo en su propia terapia narrativa, sino también en el relato de todas las mujeres que han vivido dichos acontecimientos, los cuales, hasta este momento, siempre han sido contados gráficamente por hombres en el campo de batalla, soldados o fotoperiodistas». En ella, realiza bodegones clásicos en los que introduce elementos de la guerra como granadas, máscaras de gas o balas. Además de fotografías de objetos bélicos que las familias guardan como recuerdo como un casco o unas botas, a los que adorna con unos lazos rojos con gran ironía.

Por último, Miss Butterfly (2011) «escenifica la necesidad de protección de uno mismo y del hogar, y nace tras un confinamiento forzoso en su propia casa y episodios de estrés y paranoia que durante dos meses sufre por el miedo a ser arrestada en los días anteriores y posteriores a las elecciones presidenciales de 2009». Algo que está está expresado «gráficamente mediante una tela de araña como metáfora que le impide salir al exterior».