Al acto acudieron algunos de los 165 alumnos con los que cuenta el centro socio-cultural Betania.

Sobre el escenario del auditorio de la Residencia Reina Sofía los voluntarios de Betania preparaban los diplomas que se iban a entregar ayer por la tarde. Unos 120 en total. Los cursos iban desde castellano o inglés básico a informática. Los alumnos, personas que en muchos casos no han tenido la oportunidad de formarse o aprender el idioma a pesar de vivir entre nosotros, que vienen de otras culturas y a las que desde el Centro socio-educativo Betania se quiere dar «un punto de encuentro y de acogida» explicaba la coordinadora del proyecto Clara Vicente. Ayer celebraron la fiesta de entrega de diplomas de este curso y también homenajearon a los voluntarios y trabajadores que han colaborado durante el curso.

Alumnos

Entre las alumnas que fueron ayer a recoger sus títulos estaban Fatima Armittch y Hind Mesnani. Para ellas las clases, a las que acuden desde hace 2 años les han supuesto «un cambio muy grande». Antes de acudir a Betania no hablaban nada de español, a pesar de llevar años en Ibiza. Están muy contentas por poder ayudar a sus hijos pequeños con los deberes del colegio.

También acuden a un curso para ganar autonomía personal. Una novedad de este año que les ayuda a «tener seguridad en ellas mismas o ser capaces de mantener la disciplina con sus hijos», cuenta la coordinadora. «Clara es nuestra madre, nuestra hermana y nuestra amiga», decía Hind con una sonrisa en la cara y no podía evitar darle un abrazo.

Otro de los alumnos es el senegalés Mohamed Gueye. Llegó a España hace 9 meses y empezó a dar clases en Betania hace 6. A lo largo de este curso ha mejorado mucho su castellano y su ingles. Para él Betania es «una gran escuela», pero lo más importante es la gente que le da la clase. «Me ayudan mucho con todo», explica. Su objetivo es sacarse el título de Educación Secundaria en la escuela para adultos para después poder hacer el grado medio de cocina. Quiere quedarse en Ibiza como cocinero.

Seguirá el año que viene con los cursos hasta lograr el nivel suficiente de español.
Voluntarios

También asistieron a esta fiesta Ángeles Varo y Mariano Roig. Estos voluntario de la Obra Social La Caixa están prejubilados y eso les permite dedicar tiempo a esta labor. Sus tareas están fundamentalmente dedicadas a los niños. Betania trabaja también con los niños de familias en riesgo de exclusión del barrio de Cas Serres.

«Muchos de estos niños desconocen el resto de la isla, así que hacemos con ellos, con la ayuda de la Caixa, actividades en diferentes puntos de la isla. Les descubrimos playas, hacemos trabajos de limpieza. Más que nada lo nuestro es ofrecer la parte más lúdica para estos niños», explicaba Roig.

Desde hace dos meses Marina Cava trabaja como educadora a todos los niveles. Da clases de refuerzo a niños y de español para los adultos. Destaca el «enorme agradecimiento» que recibe de los adultos, con los que trabaja en muchos casos de forma paralela el aprendizaje de las letras y los números con las lecciones de lengua castellana.

Final de curso

Las clases continuarán en Betania hasta junio, pero la entrega de diplomas se hizo ayer, dado que muchos de los alumnos empiezan a trabajar este mes por la temporada estival.
El curso que viene seguirán trabajando por la integración y sobre todo, destacaba Clara Vicente, por la participación de las familias en el día a día de Betania.