La isla de Ibiza cuenta, a día de hoy, con 68 puntos de recarga para este tipo de vehículos.

El Consell d’Eivissa publicó el lunes su Hoja de Ruta para la transición hacia la movilidad eléctrica en la isla de Ibiza con el objetivo de que, en el año 2035, el 100 % de los vehículos puedan ser eléctricos. Una medida que, a juicio de José Antonio Colomar, presidente de la Asociación Empresarial de Concesionarios o Distribuidores de Automoción de Ibiza y Formentera (AECA), es «viable» en cuanto a que todo lo que se venda a partir de ese año sea eléctrico, «pero es complicado que todo lo que circule lo sea».

En este sentido, explicó que lo fundamental para que la idea del departamento de Mobilitat pueda llevarse a cabo es la «continuidad» que le den los sucesivos gobiernos. Y es que, a 16 años vista, pueden gobernar diferentes formaciones, por lo que Colomar insistió en la necesidad de hacer un «pacto» entre los diferentes sectores e instituciones. «Tiene que haber estabilidad y se tiene que seguir con el mismo programa», añadió.

Para ello, justificó la importancia que tiene trabajar en mejorar y aumentar las infraestructuras en cuanto a puntos de recarga (ahora hay 68). «Eso tiene que ser a base de ayudas y de incentivar al sector privado y a las comunidades de propietarios. Si no hay una inyección importante de ayudas y subvenciones, será muy difícil llevarlo a cabo», reiteró.

Una vez se consiga esto, el siguiente paso es que aumenten las ayudas para la compra de vehículos eléctricos. De hecho, el presidente de la AECA indicó que el mismo vehículo en eléctrico y en gasolina, por ejemplo, puede costar entre un 50 y un 60 % más. «A la larga es más rentable en consumo, siempre y cuando no suba el precio del kilovatio», puntualizó.

Cabe recordar que, en Ibiza, los vehículos eléctricos tienen un descuento del 75 % a la hora de pagar el Impuesto de Circulación, así como varios puntos de recarga gratuitos. Y es que, mediante el convenio MELIB (Movilidad Eléctrica de las Illes Balears) firmado en 2017 entre Govern, Consell y los cinco ayuntamientos- los usuarios que dispongan de la tarjeta MELIB pueden usar gratuitamente estos cargadores.

Sin embargo, según recordó ayer Gianandrea di Terlizzi, coordinador de Mobilitat, este convenio finaliza ahora con la legislatura y dependerá del próximo gobierno su renovación.

Precios elevados
Por otra parte, Colomar recordó que el número de ventas de vehículos eléctricos no está creciendo en los últimos años porque «no hay disponibilidad». Concretamente, puso como ejemplo que una furgoneta grande que se puede comercializar en eléctrico vale en torno a los 74.000 euros mientras que si es de diésel puede rondar los 35.000 euros. A esto se suma que, de momento, la autonomía es muy limitada (150-160 kilómetros). «Para amortizar esa diferencia de precio tienes que hacer muchos kilómetros. Podría decir que antes moriría la batería para recuperar esa diferencia de inversión».

Varios estudios avanzan que la vida útil de un vehículo eléctrico es de ocho años, cuando ya dejan de cargar por encima del 80 % de su capacidad. Sin embargo, Di Terlizzi señaló que «hay estudios que dicen que para 2022, el precio de estos vehículos va a bajar y se va a equiparar a los otros».
Ayudas y medidas

El Govern balear anunció hace unas semanas que destinará un total de 1.078.000 euros a subvencionar la movilidad eléctrica. De esta cantidad, 540.000 euros se destinarán a ayudar a la compra de vehículos no contaminantes, lo que supondrá que se puedan dar 5.500 euros de ayuda para cada turismo.

Por su parte, la Hoja de Ruta del Consell apuesta por incentivar su uso con aparcamiento gratuito en zona ORA, bonificación de impuestos o recarga gratuita en puntos públicos. Además, de incentivos fiscales para las empresas, prioridad de aparcamiento y circulación a este tipo de vehículos en zonas urbanas y acceso preferente a zonas de interés turístico, entre otras.

En este sentido, hoy se presenta en el Consell la Guía de Movilidad para Entidades Locales de la Federación Española de Municipios y Provincias con el objetivo principal de explicar los requerimientos mínimos de la implantación de la infraestructura necesaria para la movilidad eléctrica.