Alguno de los barcos del encuentro de embarcaciones salió a navegar por el puerto de Eivissa. | Arguiñe Escandón

Xalanes, bots, llaüts o barques de bou; un batel del País Vasco, un gussi de Menorca y un remolcador del puerto de Amsterdam. El muelle de Sa Riba, junto al espigón o es muro, recuperó este sábado y mantendrá el domingo la estampa de los puertos tradicionales para todo aquel que quiera disfrutarla.

A través de la iniciativa de la Asociació Marítima Cultural d’Eivissa i Formentera (Amcef), en colaboración con el Govern de les Illes Balears, Consell Insular d’Eivissa, Ajuntament d’Eivissa i Autoritat Portuària de Balears, se ha organizado este fin de semana la ‘Trobada de embarcacions tradicionals a Eivissa’ que permitirá a todo aquel que lo desee conocer de cerca embarcaciones del siglo pasado, algunas con más de 100 años de antigüedad.
Desde la propia asociación se hizo la propuesta al Consell de Eivissa de amarrar la Nao Victoria, que también se puede visitar hasta el día de hoy, en el mismo recorrido de la exposición. Tras admirar la belleza de esta nave, el visitante conviene que prosiga el recorrido hasta la plaza de Sa Riba y complete un paseo por la historia de la navegación.

El objetivo de esta iniciativa, según explican desde la propia asociación, es recuperar la estampa de las embarcaciones tradicionales en el puerto de Eivissa y además dar a conocer a las nuevas generaciones como era la navegación en la isla. «Quizá por el hecho de venir a ver estos barcos algún padre le cuenta a su hijo que su abuelo tenía uno de estos embarcaciones y siembra en él la semilla de querer recuperarla» explicaba Toni Tur ‘Sendic’, uno de los promotores de Amcef. Lamentaba que hoy en día la juventud no sepa muchas veces ni lo que es un llaüt. «Lo que no se conoce no se ama y cuando algo se llega a querer es cuando se puede conservar» filosofaba mientras explicaba esta exposición.
Para Javi Gómez, otro de los promotores de Amcef, quizá la pieza más emblemática de las que estarán amarradas en el puerto hasta esta tarde es la Balear. Una barca de bou de vela latina que contruyó en 1924 el mestre d’aixa Gabriel Ballester en Palma. Su uso como barca de bou concluyó en 1995. En la actualidad es Bien de Interés Cultural (BIC).

Las hermanas separadas
La Balear es una de las pocas barcas de bou de vela latina que se conservan en el Mediterráneo. Otra de ellas, esta ibicenca y en proceso de restauración, es la Bartolomé. Hace unos años se llevó a cabo la primera fase para poder recuperarla, sin embargo la crisis no permitió iniciar la segunda fase.

Las barcas de bou navegaban siempre en parejas, por lo que todas tenían su hermana. La Bartolomé salía a faenar con la Rafael, que actualmente está restaurada en Palamós. «Nuestra idea era recuperar la Bartolomé para que pudiese navegar con la Rafael para celebrar su centenario, que se celebró en 2015» explica Gómez. No pudo ser, pero dice que le sigue haciendo ilusión poder verlas juntas aunque no sea en una fecha señalada, algo que pasará más pronto que tarde.

Carpintero de ribera y calafate
La exposición de embarcaciones tradicionales en el espejo del puerto de Vila es una de las partes planteadas en el proyecto del futuro Museu de la Mar d’Eivissa. La otra parte será la expositiva que se hará en el edificio de la plaza de Sa Riba, el antiguo edificio de Sanidad Exterior.

En su interior, también hasta la tarde de hoy, se ha instalado la exposición ‘L’ofici del mestre d’aixa i el calafat’ en la que se puede conocer en que consistían las tareas que realizaban estos hombres para la construcción de barcos y ver algunas de las herramientas que se usaban.