Agentes de la policía científica de la comisaría de Ibiza inspeccionaron ayer nuevamente el escenario del incendio. | Marcelo Sastre

Con las entrañas del inmueble todavía emanando humo, a media mañana de ayer efectivos de la policía científica y bomberos continuaban revisando la zona cero del devastador incendio que el mediodía del lunes se cobró la vida de al menos una persona y una decena de heridos, tres de ellos en estado crítico.

24 horas después, la investigación abierta por la Policía Nacional desplegaba un operativo con efectivos de varias unidades distribuidos y recabando datos en el escenario del incendio y también entrevistando a los vecinos de las casas más próximas.

El esqueleto del inmueble enclavado en es Viver permanecía ayer precintado y así continuará unos días. «Todavía hay puntos calientes y zonas como los sótanos a las que no se ha podido acceder. Entendemos que es poco probable que haya más víctimas, pero no podemos descartarlo al cien por cien», apuntaba el director insular del Estado en las Pitiusas, Enrique Sánchez, a media mañana.

Minutos después, los bomberos, pertrechados con una cámara térmica y equipos autónomos de respiración, se adentraban en los sótanos del edificio abandonado y okupado, localizado entre las calles Cosme Vidal y Jacint Aquenza. «La mayoría de accesos estaban sellados y por las declaraciones de la gente que vivía aquí lo utilizaban para almacenar basura, pero no podemos descartar ninguna hipótesis porque aquí la gente aprovechaba cualquier recoveco para tener un punto donde dormir», apuntó uno de los efectivos que trabajaba en la revisión del edificio siniestrado.

Enrique Sánchez y el comisario de Ibiza, Manuel Hernández, supervisaron la evolución de los trabajos de investigación en el escenario del devastador incendio. La investigación será compleja y hoy está previsto que se incorporen dos peritos especializados en investigación de incendios de la Brigada de Policía Científica de Palma. Estos dos expertos ya se trasladaron recientemente a Ibiza para investigar el incendio que el 21 de enero calcinó buena parte de los juzgados de Ibiza.

Fuentes policiales indicaron que, al igual que sucediese en aquella ocasión, la «voracidad del fuego hace que gane peso la vía de investigación de un incendio provocado». No obstante, hay que valorar todas las hipótesis y «esperar a la inspección más exhaustiva».

«No podemos descartar nada. A algunas zonas todavía no se ha podido acceder porque es muy peligroso. Además, cualquier entrada en el edificio puede provocar destrucción de pruebas y, por tanto, lo más importante es que la zona esté lo más intacta posible», añadió Sánchez, quien apuntó que a la espera de la confirmación de los análisis forenses, el cuerpo hallado el lunes por la tarde podría ser el de una mujer italiana. «Por el punto donde fue localizado y el hecho de que no se encuentre entre los ocupantes del inmueble identificados todo apunta a que es esta mujer».

Tres heridos en estado crítico

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El virulento incendio declarado minutos antes de las 13.00 horas del lunes se cobró la vida de una mujer y dejó una decena de heridos, tres de ellos muy graves.

Según informaron ayer desde el Área de Salud de Ibiza y Formentera, dos hombres, de nacionalidad marroquí y de 32 y 42 años, permanecen ingresados en estado crítico en la UCI del Hospital Can Misses. Un tercer herido, de 40 años y también marroquí, fue evacuado e ingresado en la Unidad de Quemados de La Fe de Valencia con quemaduras graves en el 30 por ciento de su cuerpo.

Las mismas fuentes indicaron que a primera hora de ayer, recibieron el alta los cuatro pacientes que quedaban en observación, dos por intoxicación de humo y otros dos por traumatismo en una pierna, de carácter leve ambos.

Lamentos e indignación

El perímetro del inmueble okupado, escenario del devastador y mortal siniestro, atrajo ayer por la mañana a decenas de personas, en su mayoría vecinos de es Viver, pero también muchas personas llegadas de otros puntos de la isla.

Las sensaciones: dolor por lo sucedido e indignación por un drama que «era tan previsible como evitable. No se puede tolerar que las personas tengan que vivir en esas condiciones porque hay unos alquileres imposibles», apuntó María Jesús, llegada desde Sant Jordi.

Recorriendo el perímetro del edificio siniestrado también se encontraba Elena, una joven que recientemente se trasladó a un piso de alquiler donde no podía tener mascotas y dejó su perro a cargo de un conocido que se alojaba en el edificio incendiado. Desde la tarde del lunes ambos buscaban al animal sin éxito.

Ada, la mujer que fue rescatada del infierno por un helicóptero junto a un hombre, también buscaba a su Dragón, un perro que al igual que unas ochenta personas se vieron envueltas en un infierno de llamas en es Viver.