Desde el martes esta mujer visita todas las mañanas el pequeño homenaje instalado junto al edificio incendiado y que recuerda la figura de Rossana Venturini, la mujer italiana de 59 años fallecida en el voraz incendio desatado poco antes de las 13.00 horas del lunes. «Tenía una gran formación y había trabajado en América. Aquí trabajaba en el call center de Palladium Group Hotel», señaló esta mujer, que recuerda que la primera vez que llegó Rossana a la isla se instaló en Sant Antoni. «Luego ya se vino a Vila. Mantenía una relación con un hombre, una relación conflictiva porque él no le trataba bien», relata esta amiga de Rossana. El hombre fue una de las personas atendidas el lunes por un ataque de ansiedad.
A finales del pasado verano, Rosanna sufrió una episodio violento. «El hombre fue a la casa donde Rossana vivía con una amiga y le montó un escándalo y le amenazó», relató esta mujer. «El lunes, al enterarme del incendio le volví a llamar pero ya nadie cogió el teléfono. Desde hacía unas semanas Rossana vivía en el edificio de es Viver junto a su pareja», añadió esta amiga de la mujer fallecida.
Según los datos recabados por Periódico de Ibiza y Formentera, tras el episodio de violencia sufrido a finales del verano pasado, Rossana y su amiga llamaron a la policía, pero la mujer italiana no llegó a formalizar una denuncia contra su pareja y no había ninguna orden de protección en vigor.
Rossana se alojó durante un tiempo en un hostal de Vara de Rey pero desde hace unas semanas convivía nuevamente con su pareja en una de las estancias del edificio ‘okupado’ de es Viver, un escenario donde el lunes falleció, un lugar donde su persona es recordada.
«Tus compañeros de trabajo te recordaremos siempre. Rossana, descansa en paz». Es uno de los mensajes presentes en el punto donde se concentran varios ramos de flores en homenaje a la mujer.
1 comentario
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Que lástima que si es como cuentan, y tenía relación con un hombre violento, no se distanciase de él. Teniendo trabajo y vivienda junto a una amiga, que necesidad hay de irse a vivir con alguien que no te quiere bien, a un edificio inacabado, okupado y lleno de basura. Qué pena.