Costa es profesor del Departamento de Economía Aplicada de la UIB. | DANIEL ESPINOSA

Antoni Costa Costa (Sant Antoni, 1976) fue uno de los responsables de que las cuentas de la Comunitat no se fueran a pique al frente de la Direcció General de Pressupostos del Govern en plena crisis económica. Si Biel Company alcanza la presidencia del Govern, todas las quinielas apuntan a que este portmanyí se convertirá en el próximo conseller de Economia i Hisenda, aunque él no lo reconozca. Casado con una ibicenca de Sant Joan y con tres hijos, Costa es profesor universitario en Mallorca desde el año 2000 y forma parte de la Colla de Can Bonet y de la Esquadra de Caramellers de Sant Esteve.

El PSOE ganará las elecciones, según el último sondeo publicado. ¿Cree que pueden remontar?
—Yo creo que sí, hay que jugar el partido. Los resultados en las generales no fueron buenos pero lo que percibimos es que en Ibiza tenemos una buena aceptación. Tenemos muy buenos candidatos, con capacidad de gestión y experiencia. Podemos ganar las elecciones perfectamente.

¿Por qué los ibicencos podemos fiarnos de Biel Company?
—Biel Company tiene un proyecto político y unas ideas claras. Cuando estuvimos en el Govern pudimos hacer pocas cosas porque no teníamos ni un duro. Biel Company será el presidente de todos y los que forman mi lista van en el equipo de los ibicencos para defender los intereses de los ibicencos. Y los pondremos delante de quien haga falta.

¿Cómo espera encontrarse la caja de la Comunitat si llegan al Govern?
—Espero que mejor que en 2011. En esta legislatura, el Govern de Armengol ha tenido 4.000 millones de euros más de ingresos de los que tuvimos nosotros porque en 2015 se encontró una Comunitat que crecía al 4 %. Ahora, la tendencia es contraria, con un crecimiento incluso por debajo del 2 %. Armengol y su equipo no han hecho ningún mérito para tener esta situación boyante. Ha habido mucho gasto corriente mientras que no lo ha habido en infraestructuras ni en mejorar la competitividad de nuestro principal sector económico, el turismo.

¿Por qué no eliminan la ecotasa directamente, como pide el sector turístico?
—En la ley de presupuestos de 2020 queremos hacer una reforma fiscal para bajar los impuestos en 195 millones de euros. El primero que queremos eliminar es el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones; queremos que las herencias de padres a hijos no paguen ni un euro. También queremos poner al 2 % el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales si se trata de jóvenes menores de 30 años. La ecotasa es el segundo impuesto que eliminaremos si la situación económica de la Comunitat lo permite. Si gobernamos, en 2020 la quitaremos en invierno y la reduciremos a la mitad en verano.

¿Se puede seguir ofreciendo los mismos servicios pagando menos impuestos?
—Cuando hay actividad económica, además de crear puestos de trabajo en el sector privado, se llenan las arcas de la Comunitat. Y esto permite incrementar el gasto, reducir la deuda y bajar los impuestos, mientras que Armengol lo que ha hecho es subirlos todos. Si no fuera por los 142 millones de euros, de los cuales 87 pertenecen a las indemnizaciones que tuvo que pagar por Punta Pedrera, la Comunitat habría cerrado con un superávit de unos 250 millones de euros. Entre 2011 y 2015 los ibicencos hicieron esfuerzos inmensos para salir de la crisis y Armengol nos compensó en 2016 subiendo todos los impuestos. Podemos bajarlos sin tocar nada ni haciendo reformas fiscales suicidas.

Ibiza es una isla puntera en turismo, pero sus infraestructuras, sobre todo las hidráulicas, dejan mucho que desear. ¿Estamos condenados a que sea siempre así?
—En Ibiza ha habido un crecimiento importante y la mayoría de infraestructuras han quedado obsoletas. La depuradora de Portinatx tiene un proyecto hecho desde 2015 y, habiendo recursos, resulta incomprensible que no se haya hecho en estos últimos cuatro años. Hace cuatro días hemos visto el vertido de fecales en el puerto de Vila: es una urgencia absoluta la separación de fecales y pluviales en Vila y el señor Ruiz no ha hecho absolutamente nada. En Sant Josep aún buscan tuberías por los vertidos en ses Salines y no han arreglado nada. Las únicas infraestructura en materia de depuración las ha hecho el Ministerio de Medio Ambiente de Mariano Rajoy: la depuradora de Vila y la de Santa Eulària. Queremos hacer el canon del agua 100 % finalista. Crearemos un fondo para poner los 83 millones de euros que se recaudan para infraestructuras hidráulicas y le añadiremos 20 millones más de la ecotasa. La ecotasa se tiene que utilizar para turismo y medioambiento, no para construir viviendas sociales, que se tiene que hacer con recursos propios de la Comunitat.

Después de muchos años, en esta legislatura se han vuelto a convocar oposiciones en sanidad y educación. ¿Continuarán por este camino?
—Es verdad que en la Comunitat hay un alto nivel de interinidad. Este grado de rotación no es bueno y hay que fidelizar al personal sanitario, sobre todo en Ibiza. También es verdad que hay que aumentar la productividad y la eficiencia del personal público. En el Consell d’Eivissa hay muchos trabajadores con una muy buena formación pero la dirección no sabe si sube o si baja. Tanto Armengol como Vicent Torres se quejan de que no tienen personal y lo que hay que hacer es aprovechar mucho mejor el que hay.

¿Cómo piensan desarrollar el REB?
—El REB aprobado es un REB fraude y con cero euros. Resulta increíble que Armengol se atribuya el mérito de aprobar el 75 % de descuento entre Balears y la península, ya que el PSOE votó en contra de los presupuestos que permitieron aprobar este descuento. En marzo de 2018, y lo sé de buena tinta porque tanto yo, como José Vicente Marí Bosó y Biel Company estábamos allí, negociábamos con el Gobierno un buen REB para los baleares con un impacto económico de 380 millones anuales con el 75 % de descuentos, un fondo de inversiones de 90 millones anuales y un bloque de fiscalidad que reducía los impuestos a las empresas del archipiélago balear. Todo estaba hecho pero llegó Sánchez a La Moncloa y se deshizo. Solo fue cuando se convocaron las elecciones que la ministra Montero reaccionó y dijo que se tenía que aprobar algo porque si no, no podrían ir a Balears a dar ningún mitin, porque les hubieran apedreado. Nos vendieron motos durante ocho meses para aprobar solo un papelito y ningún compromiso económico.