La Asociación de Empresarios del West End desmiente mediante un escrito las afirmaciones que el equipo de gobierno de Sant Antoni ha lanzado durante los últimos meses y años. En este sentido, afirman que «desde hace años» se considera al West «como el responsable de todos los males de Sant Antoni». Reconocen que, como empresarios de la zona, son «parte interesada», pero al mismo tiempo son «quienes mejor conocemos la zona y sus problemas». Por ello, desmienten que «todos los bares del West están regentados por extranjeros». «Esto es falso. De 62 locales, 41 están dirigidos por españoles y la mayoría de los ‘extranjeros’ que allí se ganan la vida residen todo el año en la isla», explican.

Modelo turístico
También cuestionan que el cambio de modelo turístico pase por eliminar el West como zona de ocio. «Esto es falso. Sant Antoni necesita una zona donde el turismo joven pueda divertirse a unos precios razonables. ¿Qué ofreceremos en Sant Antoni cuando el West ya no exista? Todos a dormir a las doce de la noche», señalan. Reconocen que, a día de hoy, esta zona de Sant Antoni es «insegura» y lo achacan a la «palmaria dejadez del Ayuntamiento». También defienden que la limitación de horarios de cierre a las 03.00 horas lo «único que consigue es repartir el ruido y la inseguridad por todo el pueblo. Suponemos que todo el mundo recuerda los graves e innumerables incidentes del verano pasado acaecidos fuera del West tras el cierre de éste».

En este sentido, recuerdan que en la zona no viven 500 vecinos sino medio centenar, «una décima parte de lo que los voceros actuales pregonan, y nos atreveríamos a decir que bastantes de ellos son propietarios y trabajadores del ocio nocturno. El Ayuntamiento debería actualizar sus datos antes de lanzar falsedades en cuanto al número de personas afectadas en la zona».

Agravio comparativo
Los empresarios recuerdan que son «cientos» los empleados que han visto reducida su jornada laboral «a la mitad», al tiempo que destacan que «muchos ya han echado el cierre de sus negocios o han visto reducidos sus ingresos de forma insoportable». Los empresarios también denuncian el «agravio comparativo» con otros negocios de Sant Antoni a los que se les permite «actuar como discotecas con las puertas abiertas pese a que sus licencias les obliga a tener las puertas cerradas».

Asimismo califican de «absurdo» que en un destino turístico como es Sant Antoni se cierren las terrazas a medianoche y las discotecas a las 03.00 horas. Destacan como una de las principales carencias la «ausencia de policías que sólo aparecen para perseguir a los empresarios, pero que no tienen órdenes de evitar que campen a sus anchas vendedores de drogas, prostitutas y carteristas. Éste no es el camino».

Por último, consideran que se «puede compaginar el derecho al descanso de los vecinos sin necesidad de estrangular la vida de varios cientos de trabajadores y empresarios y una zona de ocio sin tener un plan ‘b’. Reflexionemos todos».