El centro está gestionado por el departamento de Benestar Social del Consell d’Eivissa. | DE

El Consell d’Eivissa deja en manos del Defensor del Menor la información relativa al Centro de Menores de la Isla, así como unas declaraciones de una trabajadora denunciando supuestas irregularidades. La institución insular explicó que, desde que recibieron las quejas, han trabajado para aclarar lo sucedido y están en contacto «permanente» con la Oficina Balear de la Infancia y la Adolescencia (OBIA).

Desde la máxima institución insular solicitaron ayer a las partes implicadas que tengan «mucho cuidado» en tratar un tema «tan sensible», considerando que la «prioridad» es salvaguardar el interés del menor. Así, ésta será «la única línea de actuación que se seguirá desde el Consell en el caso», precisaron.

Cabe destacar que la consellera de Benestar Social en funciones, Lydia Jurado, también se ha puesto en contacto con la Fiscalía de Menores y que el departamento de Interior del Consell d’Eivissa ha abierto diligencias de instrucción previa para aclarar el caso.

El Defensor del Menor, Serafín Carballo, señaló que ellos no han recibido ninguna queja en particular de este centro. Desde su departamento se han hecho informes durante este año que señalaban la vulneración de los derechos de los menores, la falta de profesionales e inadecuación de los servicios. Carballo destacó, además, que después de que se hicieran estos informes ha habido cambios ya que se ha incrementado el personal, hay supervisores externos y se han hecho mejoras en cuanto a mobiliario, pintura e infraestructuras. Carballo insistió en que desde el Consell d’Eivissa se han hecho los deberes.

La denuncia de un trabajador de este centro de menores una serie de irregularidades que coinciden con la llegada al centro de menores extranjeros no acompañados (MENAS). El empleado asegura que el centro «tiene conocimientos de la mayoría de edad de dichos residentes». Un hecho que no se ajustaría «a los criterios que un centro residencial de menores (...) debe tener como centro de protección», apunta.

En la denuncia se destaca que estos MENAS «son consumidores de sustancias tóxicas (cánnabis, principalmente)» y que «tienen relaciones sexuales con residentes del sexo femenino». Un comportamiento que «se minimiza a pesar de la diferencia de edad», apunta el denunciante. En este sentido, también declara que el centro «ha facilitado en varias ocasiones el desplazamiento a centros hospitalarios para la obtención de la pastilla del día después», entre otros hechos denunciados.