Ibiza the Showroom fue uno de los 20 proyectos finalistas de la segunda edición del Connect’Up.

Ibiza the Showroom es un market place que acoge artesanos y diseñadores de moda de Ibiza. La plataforma, uno de los 20 proyectos finalistas de Connect’Up Start 2019, reúne todos los servicios integrados para que los creadores «no se preocupen de nada», señala su promotora, Alma Stihl. Además de contar con los habituales servicios de compra, esta iniciativa dispone de un showroom virtual en el que es posible consultar la prenda en 3D.

¿Cómo nace la idea?
—Los millennials han conseguido que las ventas del comercio electrónico se disparen, en particular en el sector de la moda y los complementos, ya que el 25 % de las ventas que se realizan en Europa ya son online. Por este motivo, hace un año se me ocurrió abrir ibizatheshowroom.com para reunir a artesanos, diseñadores y artistas de Ibiza que desean dar el salto a la venta digital, pero que encuentran serias dificultades para hacerlo por su cuenta. Ahora no basta con tener una web, existen muchos procesos que gestionar desde la fotografía del producto hasta que este llega a manos del cliente final. Además, si no cuentas con una fuerte presencia en redes sociales es como si no existieras. En Ibiza the Showroom nos ocupamos de todo, ofrecemos soluciones integradas y a la medida de cada marca.

¿Qué objetivo principal tiene este proyecto?
—El principal objetivo es revalorizar los productos artesanos y de autor; la filosofía slow fashion frente a los productos del mercado asiático que nos inundan; y que Ibizatheshowroom.com sea un referente de calidad y que muestre el estilo de vida de Ibiza, que es más que una moda. El valor añadido para nuestros proveedores es que pueden ofrecer sus creaciones 365 días al año a clientes particulares y a compradores al por mayor, que se conectan a través de sus dispositivos móviles desde cualquier parte del planeta. Además, tenemos previsto ofrecer una serie de servicios premium enfocados al turismo de lujo que nos visita en Ibiza, con el objetivo de hacerles llegar a sus villas y yates lo mejor de cada hippie market.

¿Qué le ha parecido la experiencia en el Connect’Up?
—Totalmente enriquecedora, principalmente por la formación que nos han ofrecido y también por la oportunidad de conocer proyectos y personas súper interesantes.

¿Repetiría?
—Sin ninguna duda, ya me estoy preparando para el 2020.

Si tuviera que quedarse con algo que le ha aportado esta experiencia, ¿qué sería?
—Con las personas, la calidad humana tanto de los organizadores del concurso como de los otros finalistas. Eso es lo mejor que me llevo.

Bajo su punto de vista, ¿qué es lo mejor de emprender?
—Lo mejor de emprender, siempre, es la ilusión, la adrenalina de conseguir hacer realidad una idea y la satisfacción de cumplir metas cada día.

¿Y lo no tan bueno de hacerlo?
—Lo peor, para mí, es la inestabilidad económica, los momentos difíciles que hay que superar hasta que se empieza a contar con beneficio y las horas interminables de trabajo necesarias para lograrlo.

¿Usted apuesta por ofrecer un producto o servicio diferente a lo que ya hay en el mercado o prefiere exprimir una idea ya existente y darle un toque personal?
—¡Innovar o morir! Por eso no vamos a conformarnos con lo que ya hemos conseguido. Nuestro futuro más próximo pasa por convertirnos en un showroom virtual 360º aplicando las últimas tecnologías y mostrando nuestros productos con imágenes en 3D. Queremos ofrecer una experiencia de compra única y totalmente nueva.

¿Hay rivalidad o competencia en el mundo del emprendimiento?
—Yo no veo rivalidad, pero competencia existe como en cualquier ámbito de nuestra sociedad. Entre emprendedores lo que yo he encontrado son ganas de colaborar porque, cuando sabes bien lo que cuesta emprender, te solidarizas y deseas compartir tu experiencia con quien mejor te puede entender.

Según su experiencia, ¿qué hay que hacer para que una idea salga adelante?
—Lo más importante, en mi opinión, es que la idea te apasione, que tengas una gran capacidad de trabajo y una resiliencia enorme para no desfallecer ante los problemas que surjan. Luego está la formación; hay que aprender las claves de gestión y administración de empresa o estar bien asesorado porque no solo de buenas ideas viven los emprendedores, los números tienen que cuadrar a fin de mes.

¿Algún consejo que pueda darle a alguien que quiere saltar a la piscina para emprender y no se atreve?
—Le diría que lo entiendo, que no es fácil, que le van a llamar loco… pero cuando tienes un espíritu inquieto que desea más de lo que un trabajo fijo y un sueldo seguro te puede ofrecer, saltar a la piscina es muy liberador. Luchar por tus propios sueños siempre genera más satisfacción que trabajar para que otro cumpla los suyos. Yo por ahora compagino ambas cosas, estoy en transición.

¿Qué opina respecto a las ayudas que hay dedicadas al emprendimiento?
—Pienso que falta educar a los jóvenes en el espíritu emprendedor desde que están en el instituto para que no tengan miedo a crear su propio futuro. Creo que hay más ayudas de las que parece, pero no somos conscientes, no nos llega la información. Yo misma, hace poco, he descubierto Eivissa Crea Vivero de Empresas del Ayuntamiento de Vila que, junto con el Instituto de Innovación Empresarial, me están ayudando mucho en aspectos en los que estoy menos preparada. De hecho, gracias a ellos conocí el Connect’Up y no puedo estar más agradecida.