Situación de las instalaciones proyectadas según la alternativa de ubicación y superficies de ocupación elegidas.

El estudio de impacto ambiental del ‘Proyecto Básico de recuperación ambiental y regulación de fondeos de la bahía de Talamanca’, promovido por el Ayuntamiento de Vila y redactado por la empresa Sertiic, finalizó el jueves su periodo de exposición pública después de que la Demarcación de Costas en Illes Balears lo publicara el pasado 31 de mayo en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Según informaron desde la delegación del Gobierno, un abogado -en representación de varios propietarios de pequeñas embarcaciones- presentó «a última hora» alegaciones al proyecto. De momento no se han estudiado y tampoco hay un plazo fijado para contestarlas. En esta línea, cabe recordar que Vila impulsó el proyecto en 2016 con la previsión de que hubiera fondeos ecológicos en Talamanca esta temporada.

La redacción del proyecto señala que el turismo náutico en Balears se encuentra en una etapa de fuerte crecimiento. Concretamente, subraya que la bahía de Talamanca es uno de los principales fondeaderos de las Pitiusas.

«Centenares de embarcaciones fondean en ella a lo largo de la temporada estival, pudiéndose contabilizar hasta 200 a la vez en los momentos de máxima ocupación, de las cuales en torno al 70 % son pequeñas embarcaciones de entre 5-10 metros de eslora que realizan un fondeo fijo durante todo el año (hasta 130 embarcaciones)», se lee en el estudio. Además, en época estival, pernoctan embarcaciones de hasta 20-25 metros de eslora.

En cuanto a la flota de embarcaciones menores que fondean de forma fija durante todo el año, el proyecto recoge que, actualmente, «no tienen mediación de ningún tipo»; esto, a su vez, genera problemáticas respecto a la seguridad en la navegación y el fondeo. Se refiere, así, a riesgos de choques y varamientos, entre otros.

La consecuencia del masivo fondeo, dicen, genera un «fuerte impacto» sobre los fondos a causa de la erosión que generan las cadenas y el garreo de las anclas, además de empeorar la calidad de las aguas por vertidos de aguas contaminantes y residuos.

Protección de la naturaleza
Lo que se pretende con este proyecto es que el fondeo se lleve a cabo dentro de unos condicionantes ambientales aceptables para la protección y el mantenimiento de los valores naturales de la bahía. Y es que, según los datos de barcos fondeados en los meses de verano, se ha estimado que las embarcaciones de entre 10-18 metros de eslora vierten hasta 3,6 m3 de aguas residuales al día y generan de 6 a 18 kilos de residuos sólidos diarios.

Asimismo, una de las principales conclusiones del estudio dice que la bahía de Talamanca se encuentra «por encima del límite de su capacidad de carga física y ecológica», dado que la tendencia de los procesos implicados en la problemática ambiental existente es, en general, ascendente.

En relación a la capacidad de carga física, las embarcaciones fondean frecuentemente a una distancia de la playa menor de 100 metros, que en algunos tramos se reduce a pocas decenas de metros de la costa. Una distancia que difiere de lo establecido en la ordenanza de Vila, que habla de una distancia de 200 metros en zonas de playa sin balizamiento.
Por ello, desde el Ayuntamiento, lo que se pretende es dotar a la bahía de un conjunto de fondeos ecológicos de temporada para embarcaciones deportivas y establecer una zona controlada y temporal, limitada a la temporada estival.

Así, se instalarán 98 puntos de fondeo para fondos arenosos (el sustrato marino principal de Talamanca) destinados a embarcaciones de 7 a 30 metros de eslora, distribuidos en siete polígonos en la bahía, estando las de menor eslora más cerca de la costa.

Su instalación prevé una duración de ocho semanas y la mayor parte de los elementos de fondeo se desmontarán a final de la temporada turística, quedando solo el anclaje y un boyarín sumergido que marca la localización.

Su explotación se realizará de mayo a octubre, ambos incluidos, y comprende tanto el tránsito y fondeo de embarcaciones, como la prestación de servicios a las embarcaciones fondeadas (administración de los puntos de fondeo, recogida de residuos, vigilancia, información, etc).

Por todo ello, y según la valoración ambiental global del proyecto, se considera que la instalación es «ambientalmente viable».

Alternativas
A pesar de la viabilidad, la empresa Sertiic ha añadido una serie de alternativas al proyecto presentado. La primera supone no realizar dicho proyecto con lo que esto supone: contaminación por fecales, deterioro del lecho marino, vertidos sólidos al mar, abandono de embarcaciones, uso ilegítimo del dominio público, actividad económica sumergida, etc.
Sin embargo, plantea otra opción como la eliminación de todos los fondeos existentes, además de la retirada de todos los restos contaminantes de su actividad. Así se podría, dicen, ordenar todos los fondeos en función de la capacidad de carga del medio y de la demanda existente en los siete polígonos. De esta manera se ampliaría la oferta y se sumaría un total de 174 fondeos, con la rentabilidad que ello conlleva. Por el contrario, se aumenta el impacto sobre el medio.

También se dan alternativas según el tipo de anclaje de fondo: desde el clásico bloque de hormigón, cadena y cabo de fondeo (con un coste de 1.500 euros y ningún argumento a favor), pasando por el sistema de fondeo ecológico para fondos arenosos (3.000 euros cada fondeo y minimiza la afección a la posidonia). Otra opción es el sistema de fondeo ecológico para fondos rocosos (2.900 euros) y el sistema de fondeo para fondos mixtos arenosos-rocosos ( 2.500 euros), siendo la de fondos arenosos «la mejor alternativa».

Menos praderas de posidonia
Según informó el GEN en 2015, la bahía de Talamanca ha sufrido durante las últimas décadas un retroceso mínimo de 37 hectáreas de la superficie de praderas de posidonia. En este sentido, en el estudio también se ha visto que hay un reducido número de embarcaciones que fondean en invierno en Talamanca (20 embarcaciones en el invierno de 2015-2016).

Esto, en relación a la oferta de amarres de tránsito en los puertos deportivos próximos (220 amarres), indican que «los amarres de tránsito son una alternativa a las embarcaciones de recreo que fondean en invierno».