Los ciudadanos pueden dirigirse a la oficina de la Conselleria de Salut, que se encuentra en Vía Romana. | MARCELO SASTRE

Incineración, donación del cuerpo a la ciencia y/o de órganos, que no haya encarnizamiento en los tratamientos médicos en caso de agonía o enfermedad terminal, que no le intuben ni le apliquen quimioterapia o incluso que se aplique la eutanasia en el caso de que se apruebe la ley. Estas son algunas de las peticiones que dejan constancia en el registro de voluntades anticipadas por ciudadanos ibicencos.

Desde 2011 hasta mayo de este año se han hecho 404 voluntades anticipadas de ciudadanos ibicencos. Esté último año ha habido más peticiones y, a estas fechas, ya iguala a las 36 que se registraron en 2018. Hasta mayo de este año había 26, a las que hay que sumar una decena de personas que ya han manifestado a la Conselleria de Salut su inclusión en el registro. «La demanda ha ido creciendo. Los primeros años hubo un ascenso porque los testigos de Jehová lo hicieron y ahora hay un repunte», explica la enfermera María Antonia Vaquer, que se encarga de la oficina del registro en Ibiza. En Formentera empezó a funcionar en 2018 y hay tres casos.

Este año se están registrando más peticiones de ciudadanos para que se les administre la eutanasia en el caso de que entre en vigor la ley ya que no es legal.

Para que los ciudadanos tramiten su testamento vital han de llamar a un número de teléfono gratuito de 24 horas de cita previa, 900701130, donde se les tramita la cita y se da información acerca de este trámite. Una vez al mes, Vaquer pasa consulta en la oficina de la Conselleria de Salut, en Vía Romana, donde los ciudadanos dejan por escrito sus voluntades respecto a la de medicación, qué decidir hacer con su cuerpo en el caso de enfermedades terminales cuando la persona no se puede expresar verbalmente, porque está en coma o incluso por enfermedad mental grave. «También pueden dejar constancia de que si quieren ser incinerados o enterrados o donar sus órganos para ser trasplantados», añadió. El documento en el que expresan sus últimas voluntades se remite a Palma y allí se incluye en un registro balear de voluntades anticipadas y en el nacional, «de manera que desde Ibiza o de cualquier hospital de las islas se pueda acceder al documento a través de la historia clínica, que queda registrada». En el caso de que fallezca fuera de la comunidad, se puede acceder a este documento a través del registro nacional.