Las 18 farmacias afectadas fueron adjudicadas por el Govern en el año 2011.

Las 18 farmacias del concurso irregular ganan tiempo. El Tribunal Supremo ha aceptado el incidente de nulidad presentado por un farmaceútico de Alcúdia y anula ahora la sentencia que obligaba al Govern a sacar de nuevo a concurso todos estos establecimientos, que llevan abiertos más de seis años.

El farmaceútico es el titular de una de las oficinas que están en el aire y presentó un incidente ante el Supremo porque durante todo el procedimiento judicial nunca se le había dado traslado de las actuaciones como parte interesada. Ni el Govern, ni la Sala de lo Contencioso del TSJB ni el Tribunal Supremo le emplazaron para que realizara alegaciones. El Alto Tribunal admite su recurso. Entiende que se vulneraron sus derechos y que era fácilmente identificable y localizable. A la vez, señala que la sentencia anterior le provoca un perjuicio ya que puede perder su farmacia. Así, anula esa sentencia que dictó en marzo y devuelve el procedimiento al momento inmediatamente anterior a esa resolución: da un plazo de treinta días al farmaceútico de Alcúdia para que realice alegaciones y, a partir de ahí, dictará una nueva sentencia.

El asunto se encuentra en fase de ejecución. El TSJB y el Supremo declararon ilegal el concurso con el que se adjudicaron las farmacias por una serie de condiciones con las que otorgaba puntos a los aspirantes. La cuestión ahora es cómo se tiene que cumplir esa resolución. El Govern entiende que es suficiente con no sumar los méritos que fueron considerados ilegales y excluirlos así del procedimiento. El TSJB asumió ese criterio en un auto de 2016, lo que equivalía a que se mantenían las 18 oficinas que ya estaban adjudicadas y que no era necesario llevar a cabo una nueva convocatoria íntegra.

La sentencia que dictó el Supremo este año y que ahora queda anulada corregía ese criterio. Entendía que, para restablecer la legalidad, era necesario abrir de nuevo el concurso para que pudieran presentarse aspirantes que pudieron verse disuadidos a concurrir por esos requisitos que se marcaban: al no contar de entrada con esos puntos, directamente no acudieron a la convocatoria. La sentencia del Supremo devolvía las actuaciones al Tribunal Superior para que, éste órgano, indicara al Gover cómo debía proceder.

Ahora, el proceso queda de nuevo en el aire. El farmaceútico de Alcúdia tendrá que ser escuchado y habrá una nueva sentencia que puede tardar meses. Mientras, las farmacias seguirán en el aire. La resolución, a la vez, da margen al Govern a prepararse ante la eventualidad de afrontar el cierre de 18 farmacias con años de funcionamiento, casi todas en la Part Forana.