El solar abandonado detrás de las terrazas del edificio Es Pla de Vila. | DANIEL ESPINOSA

Los vecinos del edificio de Es Pla de Vila, en la avenida Abel Matutes, denuncian la situación en la que se encuentran desde hace casi cuatro años, debido al solar abandonado que tienen detrás del edificio, bajo las terrazas de las viviendas.

María Medina y Antonio Checa son un matrimonio de 55 y 70 años que llevan viviendo desde finales del 2010 en una de las plantas bajas de Es Pla, que les fue asignada al expropiarles su vivienda del edificio de Santa Margarita. Denuncian que «según han ido pasando los años y el abandono del solar ha sido mayor, se ha convertido en un criadero de ratas».

Los roedores se han convertido en huéspedes habituales de sus viviendas, se cuelan por las terrazas hacia el interior de la casa y «deambulan por los pasillos de la comunidad con toda tranquilidad».

En 2015 empezaron a ver crías de ratas, pero con el paso del tiempo han aumentado de tamaño y ahora tienen una plaga. A pesar de haber rociado con veneno los lugares de acceso, no desaparecen. Aseguran que «el problema es que hay que limpiar y sanear el solar, ya que se reproducen con demasiada rapidez». Señalan que una posible medida sería echar hormigón y convertirlo en asfalto, ya que «mientras haya hierbajos el problema no va a desaparecer».

Dejan constancia también del miedo que les produce y el peligro que ven en tener esas hierbas secas en pleno verano a los pies de las viviendas, por el riesgo a que se produzca un incendio.

A este problema, se le suma que sufren desde hace más de seis años enfermedades respiratorias que afirman que «son causadas por la entrada de gases de combustión que suben a sus viviendas desde las rejillas del garaje», que están justo debajo de sus terrazas.

Los dos tiene que dormir con CPAP para controlar la apnea del sueño, y en este último tiempo, según muestra Antonio en su informe médico tiene que «usar botella de oxígeno ocasionalmente». Esto cuentan que es debido a que el garaje «no dispone de turbinas de ventilación adecuadas».

Aseguran que el solar es propiedad del Gobierno, con el que han intentado ponerse en contacto, pero sin ningún éxito y el Ayuntamiento de Eivissa «se lava las manos». El primer escrito al Ayuntamiento lo realizaron hace unos cuatro años y el último este 3 de julio. Todavía no han obtenido ninguna respuesta, según dicen.