La presencia aún de tendidos aéreos, que tendrían que haberse quitado en enero, impide que el trabajo de las máquinas. | Marcelo Sastre

El conseller de Gestió del Territori, Infraestructures i Lluita contra l’Intrusisme, Mariano Juan Colomar, mostró ayer su preocupación por el retraso en las obras de la carretera de Santa Eulària, que tan solo se encuentran al 25 % de ejecución después de un año de trabajo y cuando la previsión inicial era que terminaran a finales de este año. No obstante, a finales del mes de junio el Consell aprobó una prórroga de seis meses para el final de la obra hasta el mes de mayo de 2020.

«Estoy preocupado porque solo está ejecutada alrededor de un 25 % de la obra, un tanto por ciento bajísimo e insatisfactorio, cuando se han consumido dos terceras partes del plazo inicial. Las obras se pueden acelerar al final pero es un porcentaje pequeño y es preocupante el retraso acumulado que nos hemos encontrado», explicó ayer Juan después de visitar las obras del primer tramo de la vía acompañado por el personal del departamento de Carreteres de la institución, de la empresa encargada de la dirección de las obras, Vielca Ingenieros S.A., y de la empresa constructora, la UTE Tecopsa–Hermanos Parrot.

Motivos del retraso

Mariano Juan destacó que los principales motivos por el retraso en los trabajos son el hallazgo de restos arqueológicos y la no retirada de los tendidos aéreos eléctricos y de telefonía por parte de las empresas suministradoras, lo que impide que las obras avancen. «Hemos visto el problema que hay y hemos asumido el compromiso para poner todo nuestro máximo esfuerzo para desbloquear estas dos cuestiones que están lastrando la obra», apuntó el conseller del PP.

En este sentido, Mariano Juan explicó que el tema de los hallazgos arqueológicos «aún no está cerrado» ya que el departamento de Patrimoni aún no ha decidido qué se debe hacer con alguno de los restos encontrados, mientras que todavía quedan por realizar cuanto grandes movimientos de tierra para la construcción de pasos soterrados en los que existe la posibilidad de encontrar más restos.

En cuanto a los tendidos aéreos, Mariano Juan avanzó que el Consell d’Eivissa ha solicitado una reunión con Endesa y Telefónica «para saber qué está pasando y qué tiempos manejan». «Esperamos que para finales de este año, noviembre o diciembre, se puedan ver los resultados de estas gestiones», señaló Juan. Los tendidos de luz y de teléfono ya tendrían que haberse quitado en enero, según las previsiones.

El conseller de Infraestructures también dijo que en la actualidad hay trabajando «entre 20 y 25 trabajadores», una cifra «manifiestamente insuficiente». Sin embargo, achacó la falta de operarios por la presencia de los tendidos aéreos. «No se puede poner más personal a trabajar cuando tienen tendidos aéreos por todo el tramo que imposibilitan que las máquinas de alto rendimiento se pongan a trabajar», justificó el conseller.

En estos momentos, los trabajadores se están centrando en la variante de Jesús ya que el objetivo es que esta vía pueda entrar en servicio en septiembre de manera provisional y sin la capa de asfalto definitiva para que pueda ser utilizada por las familias usuarias del colegio de Jesús y descongestionar el tráfico del centro urbano. «Ahora se trabaja en la variante de Jesús, que será la que más rápido se abrirá con una capa de asfalto provisional. El tema de patrimonio allí está solucionado y ya se trabaja en los tendidos aéreos», señaló Mariano Juan.

Convenio de carreteras

Otra de las preocupaciones del Consell d’Eivissa es la financiación de la obra ya que a finales de este año vence el convenio de carreteras firmado con el Estado y aún quedan 10 millones de euros que justificar. Mariano Juan confía en que pueda prorrogarse este convenio, aunque señala que la actual situación política estatal «no ayuda». «El retraso adicional podría provocar que se perdiera el dinero del convenio de carreteras con el Gobierno central si no se gestionara rápidamente. Quedan 10 millones por justificar de esta obra, y todo lo que se haga después de diciembre podría no tener financiación. Lo primero que hará el presidente será pedir esta misma semana que se reúna la comisión mixta con el Gobierno para pedir una prórroga», aseguró el portavoz y vicepresidente primero de la institución insular.

Por otra parte, el Consell d’Eivissa tiene encima de la mesa desde el mes de febrero una reclamación por parte de la empresa constructora para que se vuelva a ampliar el presupuesto. «El pliego prevé más ampliaciones justificadas y el no poder trabajar a un ritmo satisfactorio provoca gastos estructurales que algunos son responsabilidad del Consell, como los relacionados con patrimonio», explicó Mariano Juan.

Detalles del proyecto

El proyecto de remodelación de la carretera de Santa Eulària consta de dos obras principales: el desdoblamiento de la carretera C-733 desde el actual enlace de Jesús hasta el cruce de Can Clavos; y la nueva variante de Jesús, de 1,6 km.

El desdoblamiento de la carretera hasta Can Clavos también implica la construcción de la variante de Ca na Negreta y cuatro nuevas rotondas (todas iluminadas): dos a la salida y entrada de Ca na Negreta, otra en Can Clavos, más otra glorieta que enlazará con la nueva variante de Jesús. Además, para garantizar la seguridad de los peatones, habrá cuatro pasos peatonales por debajo de la carretera principal.

Este tramo dispondrá de un carril bici separado de las vías de circulación, así como un paso inferior destinado para ciclistas en las inmediaciones de la rotonda de Can Clavos que enlazará con el carril bici de la carretera de Sant Miquel.

Variante de Jesús

La variante de Jesús tendrá un carril por sentido y dos rotondas: una en el cruce de ses Escoles y otra a la altura de las calles Tucán y Faisán, de entrada al núcleo urbano de Jesús desde la carretera de Cala Llonga. Se habilitará un aparcamiento de 92 plazas junto al colegio, una pasarela metálica elevada para peatones, un carril bici de 475 metros y aceras en ambos sentidos.

También se ha previsto la instalación de pantallas vegetales en ambas variantes para que las nuevas vías no sean visibles desde los núcleos urbanos y una pantalla acústica en la de Jesús.

Las obras fueron adjudicadas a la UTE Hermanos Parrot–Tecopsa por 14,5 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses (desde mayo de 2018 a noviembre de 2019). Sin embargo, el Consell Executiu celebrado el pasado 28 de junio aprobó una ampliación de seis meses en el plazo de construcción, hasta mayo de 2020, así como un incremento del 9,9% del coste inicial del proyecto, lo que supone 1,4 millones más al importe original.