Imagen de la fachada de la Policlínica del Rosario

Estamos viviendo una etapa de reaparición alarmante de viejas enfermedades de transmisión sexual que ya dábamos por erradicadas, como son el caso de la sífilis o la gonorrea. Hay un importante crecimiento de la hepatitis B y hepatitis C y otras como la cándida, microplasma, etc.

«La situación es casi de epidemia, no solo en Ibiza (que además en esta fecha crece muchísimo) sino a nivel europeo. Sin duda, algo estamos haciendo mal», asegura el doctor Gerardo Mignone, médico del servicio de Urgencias de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario.

A día de hoy, el viejo concepto de Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS) está siendo cambiado por el de Infección de Transmisión Sexual (ITS). Es decir, no toda infección desarrolla la enfermedad, pero sigue siendo un grave problema de salud.

Mignone señala varios factores como los causantes de este problema. «Los grandes avances de la medicina y las nuevas terapias existentes han provocado un exceso de confianza entre la población», asegura el doctor. Un ejemplo son las nuevas terapias para el VIH, como el PREP, «algo que se pensó para una cosa y se terminó usando para otras».

El PREP es la medicación pre-exposición que se dirige a evitar nuevas infecciones de VIH. Si bien en un principio fue pensado para tratamiento de parejas en las que uno es seropositivo, con el fin de evitar el contagio, erróneamente se terminó usando como una forma de sustituir el preservativo en todas las relaciones sexuales. Pero el PREP solo previene la infección de VIH, no de la hepatitis B y la hepatitis C, tampoco de la sífilis y la gonorrea.

«El hecho de que el VIH haya dejado de ser una enfermedad mortal y realmente angustiosa, sino una enfermedad crónica más ha influido en el exceso de confianza», apunta el doctor. «Y hay más: la falsa seguridad de muchos heterosexuales que aún piensan que el VIH afecta solo al colectivo gay ha hecho que las cifras se hayan invertido, y hoy en día hay más heterosexuales portadores de VIH que gays». Pero, por otro lado, en la comunidad LGTB el mal uso del PREP está provocando más casos de hepatitis B y C, así como sífilis y gonorrea. Y por supuesto, el déficit en la educación es otra causa más de este descuido, «aunque hemos observado que gente joven y con poca experiencia se protege más que las generaciones de entre 30-50 años».

La hepatitis C se relaciona en un altísimo porcentaje con la evolución a un cáncer de hígado. Tiene un elevado porcentaje de mortalidad. En el caso de la hepatitis B no es tan alta esta relación, pero también implica altas probabilidades de desarrollar otras patologías hepáticas.