UC - Flors de baladre. | Youtube: glolobo

Todo tiene un antes y un después y creemos que ahora, que estamos un poco más mayores y que cada uno vivimos en una isla, es el momento de decir adiós a UC de manera definitiva». Así confirmaba ayer a Periódico de Ibiza y Formentera Joan Marí, Murenu, la noticia que se venía oyendo desde hace días por la isla de Ibiza. El mítico grupo ibicenco, el gran referente en poner música a la cultura y las tradiciones pitiusas, va a decir mañana a los escenarios de forma definitiva tras más de cuatro décadas de trabajo.

Lo harán mañana con un concierto que cerrará a partir de las 22.30 horas el ciclo Cançons de la Mediterrània que se organiza en el espacio cultural Ses Voltes de Palma. Precisamente en Mallorca reside el otro gran componente de UC, Victorí Planells. Una distancia que también ha sido clave para decir adiós. «Es muy complicado para mí desplazarme allí y para él venir a Ibiza para poder ensayar de forma regular, buscar composiciones nuevas y preparar temas, así que al final, tras pensarlo mucho y darle muchas vueltas, hemos decidido que cada uno debía de seguir con sus proyectos personales», confirmó Joan Murenu.

UC dice adiós a más de cuatro décadas de música en ibicenco

El primer amago de despedida ya tuvo lugar hace unos años. En 2016 reaparecían tras tres años sin conciertos e iniciaron una gira que les llevó a actuar con gran éxito en las Pitiusas, Mallorca, Menorca, Valencia y Barcelona. Fue una falsa alarma pero esta vez no hay marcha atrás. «Tras casi cincuenta años haciendo un mismo tipo de música y tras mucho esfuerzo potenciando la música en ibicenco y en catalán y viendo que actualmente el panorama musical en las Pitiusas está bastante bien creemos que tenemos que dejar paso a los jóvenes y cerrar nuestro propio ciclo».

En el concierto de mañana, Murenu y Planells, acompañados por el bajista Joan Planells, el guitarrista Antonio Fernández, el percusionista Yaron Marko y Toni Riera March, encargado de los instrumentos tradicionales ibicencos, repasarán los mejores temas de su historia discográfica, compuesta por ocho discos. En Mallorca posiblemente se escucharán por última vez canciones como Anàrem a Sant Miquel, Bona nit blanca roseta, Es pobres no podem viure, En aquesta illa tan pobra o Flors de baladre, elegida en el mes de julio del año pasado como una de las 100 mejores Cançons de la Cançó por la prestigiosa revista de música Enderrock.

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«Muy orgullosos de lo conseguido»
A Joan Murenu le cambia la voz cuando habla de su trayectoria y de todo lo que han conseguido con UC. Cuando repasa lo que han contribuido a la música en las Pitiusas y en los ámbitos de los Païssos Catalans y cómo fueron «unos locos aventureros» que se atrevieron «cuando aún vivía Franco a hacer folk pitiuso cuando todo el mundo apostaba por el que se hacía en inglés». Y cómo, «recorríamos juntos las casas pagesas para encontrar temas que cantaban los ibicencos de toda la vida para adaptarlos y que no se perdieran» y cómo «estudiábamos los poemas de nuestros grandes poetas para ponerles música». Por ello, Murenu asegura humildemente que «tal vez» su mayor aportación a la historia «es que a través de la música todos los ibicencos se han podido sentir orgullosos de su tierra, su cultura y su idioma».

EIVISSA. MUSICA. El grupo UC repasa sus 40 años de vida.

El grupo se creó en 1973
Los orígenes de UC se remontan al verano de 1973, cuando al dúo Isidor y Joan, formado por Joan Marí, Murenu, e Isidor Marí, se unió Victorí Planells para el concierto Provem altra vegada. Congeniaron tan bien que decidieron seguir trabajando juntos ya con el nombre de UC y con un repertorio compuesto por canciones propias, traducciones y algunas canciones tradicionales ibicencas actualizadas con una estética folk. Algo totalmente novedoso que nadie se había atrevido hasta el momento.

Su primer disco, publicado en 1974 con el nombre de Cançons d’Eivissa fue un grandísimo éxito y marcó un punto de inflexión entre la música en catalán del momento. Dos años después publicaron En aquesta illa tan pobra donde UC comenzó a dar un giro hacia la canción social y política, aprovechando los primeros años de transición democrática tras la muerte del dictador Francisco Franco, y unos arreglos musicales más elaborados. Su tercer disco, Una ala sobre el mar, publicado en 1978, significa un antes y un después en su trayectoria ya que es el primero que graban únicamente Joan Murenu y Victorí Planells y en el que por primera vez apuestan por incluir en los temas populares ibicencos instrumentos como el sintetizador.

Tras participar en varios conciertos en territorios de habla catalana, su participación en la película La Nova Cançó de Francesc Bellmunt y varios proyectos en solitario de sus dos miembros, UC regresa por todo lo alto en 1985 a petición del Institut d’Estudis Eivissencs que celebraba el 750 aniversario de la conquista catalana de Ibiza en 1235. Tras ello, dos años después, comienzan una segunda etapa a la que se incorporan de forma esporádica músicos de la isla y con un tratamiento mucho más elaborado de los temas tradicionales pitiusos. El resultado fueron cuatro discos Cançoniues, cançons infantils i de festa (1987), Camins de migjorn (1993), Entre la mar i el vent. Uc canta Marià Villangómez (1996) y Toc i repicó (1998). Además, participan en varios discos colectivos junto a artistas de la talla de Maria del Mar Bonet, Joan Pons, Lluís Llach, Marina Rosell, Guillermina Mota o Tomeu Penya. Incluso, en 2006 participaron en el triple disco Per al meu amic Serrat, editado en 2006, interpretando el tema Bon día, incluido en la película La larga agonía de los peces fuera del agua que el cantautor catalán rodó en Ibiza.

Desde entonces nunca se marcharon del todo puesto que quedaron en la memoria de todos los ibicencos. Lo mismo que ahora. Su trabajo por la recuperación y la modernización de multitud de canciones tradicionales de las Pitiusas acercándolos al gran público, fue reconocido con numerosos premios como la Mención de Honor Sant Jordi del Institut d’Estudis Eivissencs; el Premi Baladre del GEN-GOB; el Premi Bartomeu Oliver concedido por l’Obra Cultural Balear; el Premi Ramon Llull del Govern Balear; la Medalla d’Or del Ayuntamiento de Ibiza o el Premi a la Producció Cultural de l’Institut d’Estudis Baleàrics. Sin embargo, el mayor de todos es, sin duda, el reconocimiento como mitos por la sociedad ibicenca.