María Ramon Boned, concejala de Cultura, en el Ayuntamiento de Sant Antoni. g Fotos: DANIEL ESPINOSA | DANIEL ESPINOSA

María Ramon Boned ha regresado al Ayuntamiento de Sant Antoni tras el pacto del Partido Popular, Ciudadanos y el PI para gobernar el municipio. Ya fue concejala de Benestar Social con Pepita Gutiérrez y ahora, con la llegada de Marcos Serra Colomar, sus funciones se han ampliado a Serveis Socials, Igualtat, Educació, Patrimoni y Cultura. En este último ámbito no tiene experiencia pero asegura que cuando le llamó el actual alcalde no se pudo negar porque «siempre hay que estar disponible para ayudar a mejorar el municipio». Nos atiende en un día de intenso calor y sol, tanto que incluso regresa sudando de la sesión de fotos en la terraza del ayuntamiento, y en su pequeño despacho la acumulación de papeles y proyectos demuestra una intensa actividad. Y es que aunque diga que no, muy políticamente correcta, Sant Antoni tiene mucho trabajo por delante en el ámbito de la cultura.

—Usted, al igual que Marisol Ferrer, también debuta en el cargo aunque ya tenía experiencia como concejala. Le pregunto lo mismo que a ella. ¿Cómo termina usted en el área de Cultura?
—Bueno la gente de Sant Antoni ya me conoce bastante. Es cierto que no tengo mucha experiencia en el tema pero cuando recibí la llamada de Marcos Serra Colomar no pude negarme porque que hay que trabajar para mejorar el municipio. Además afortunadamente no soy nueva ya que fui concejala con Pepita Gutiérrez y creo que eso siempre ayuda.

—Servicios sociales, igualdad, educación, patrimonio... ¿no son muchas áreas?
—Sí pero algunas están muy relacionadas. Por ejemplo educación y cultura, no pueden subsistir una sin la otra. Y también me he dado cuenta que tenemos mucho que ver con la concejalía de Fiestas, porque hay que ponerse muy de acuerdo para realizar los programas.

—Llega con el Partido Popular después de cuatro años gobernando PSOE, Reinicia y el PI. ¿Cómo se ha encontrado el área de Cultura?
—Pues bastante bien. No tengo ninguna queja. De hecho, seguiremos trabajando y potenciando actividades muy interesantes que impulsó el anterior equipo de gobierno y que funcionaban muy bien. En muchas cosas seguiremos en una misma línea. No se trata de cambiar por cambiar.

—¿Qué retos afronta Sant Antoni en materia cultural?
—Muchísimos la verdad. Me costaría resumirlos en pocos minutos. Pero si me tuviera que quedar con uno diría que la construcción de un nuevo auditorio. Es una infraestructura muy necesaria para nuestra localidad porque a día de hoy, si queremos programar eventos grandes, tenemos que recurrir a la generosidad del Cine Regio o montar una carpa. Si el pueblo quiere seguir creciendo lo necesita.

—¿Y en que fase está el tema?
—De momento en las iniciales. Estamos empezando con el proyecto. La idea es hacerlo todo bien y poder presentar un buen proyecto antes de que acabe la legislatura.

—Sant Antoni se caracteriza por un turismo de gente joven que busca fiesta y diversión. ¿Cómo repercute eso a la hora de programar actos culturales?
—Pues está claro que repercute. Sin embargo se trabaja todo el año para ofrecer programación cultural aunque durante el verano desciende bastante, también porque la gente trabaja y está más pendiente de otras cosas. Luego en invierno la actividad cultural crece y se nota mucho la diferencia.

—Tampoco parece que el turista habitual de Sant Antoni sea de los que se preocupa mucho por la cultura...
—Hay de todo. Por ejemplo uno de nuestros proyectos es recuperar el Bloop Festival para el pueblo porque yo, que me encanta pasear por las calles del pueblo, me he dado cuenta que muchos turistas no paran de fotografiar los murales que quedaron y luego lo comparten en las redes sociales siendo una muy buena promoción para el pueblo. En Sant Antoni tenemos un poco de todo.

—¿Cree que el Passeig de ses Fonts está todo lo aprovechado que debería?
—Es un tema complicado porque como le digo todo cambia mucho en verano y en invierno. Pero sí, tal vez se podría aprovechar más, y por eso también tenemos en mente poner en marcha en septiembre una exposición de fotografías de la India de Cristina García Rodero en colaboración con la Obra Social La Caixa. Además, nos gustaría crear una muestra de arte en la calle o un mercado de pintores para que la gente pueda acercarse y ver como trabajan.

—¿Y ampliar al invierno el festival Nits Amples?
—Podría ser. Lo que sucede es que tenemos el handicap de no contar con espacios adecuados. Tenemos el Auditorio Cervantes, el Cine Regio... y por eso la importancia de un nuevo auditorio.

—¿Eso también influye a la hora de contratar obras o conciertos?
—Sin duda. Por eso el Ayuntamiento apuesta por los grupos locales. Darles el espacio que merecen para ensayar y poder representar sus obras. Les ayuda y nos ayuda a nosotros a diferenciarnos.

—En materia de exposiciones hay mucha gente que critica que los espacios tengan un horario tan reducido.
—Y llevan razón. A nosotros como concejalía de Cultura nos gustaría poder abrir más horas pero para eso hace falta personal y desgraciadamente no nos sobra, más bien falta.

—Eso afecta a casos como Can Portmany, en Sant Rafel. Ahora lo gestiona AMAE.
—Por supuesto. Precisamente uno de los proyectos de esta legislatura es poner en marcha su segunda fase. Y sí, es cierto que debido a la falta de personal se ha derivado su gestión a AMAE y están haciendo un magnífico trabajo.

—Can Portmany está en Sant Rafel. ¿Cree que se está exportando bien la cultura a otros pueblos del municipio?
—Hacemos lo que podemos pero es complicado. Llegar a Santa Agnès y Sant Mateu es muy difícil pero estamos trabajando en ello. Por ejemplo, este año el festival Mare Nostrum saldrá de Sant Antoni y se hará en Sant Mateu, coincidiendo con el día grande.

—¿Tiene entonces su concejalía el presupuesto que merece?
—Nunca son suficientes los presupuestos para las concejalías, ni para nosotros ni para ninguna, pero tenemos que conformarnos con lo que hay. Por eso en muchas ocasiones hay que tirar de imaginación para ofrecer un buen servicio.