Los vendimiadores de Can Xomeu recogen las uvas de la nueva añada.

La vendimia se ha adelantado este año en Ibiza por la proliferación de palomas torcaces que malogran los cosechas de uva. Ante esto, el Consell d’Eivissa abrió la veda como medida excepcional el 28 de julio, previa petición del titular de la explotación agraria, aunque, según comunican, ya se han restablecido las fechas ordinarias, que corresponden a domingos y jornadas festivas, lo que equivale a los días 15, 18, 25 de agosto y 1 de septiembre.

Las variedades de uva que se han empezado a recoger son las que maduran con mayor anterioridad, como chardonnay, malvasía o moscatel.

David Lorenzo, enólogo de las bodegas Ibizkus, reconoce que «la presión de la paloma torcaz nos ha precipitado unos días». Explica que las torcaces han devorado «más del 50 %» de la cosecha de una parcela que cultivan en Sant Josep, que se ha visto particularmente más afectada que otras. Lorenzo lo relaciona con la ubicación de la misma. «Está a 200 metros sobre el mar, en un terreno muy de secano y pedregoso, entre pinares», comenta.

Lorenzo detalla que, aunque este año el ataque de las aves a los viñedos ha sido «fuerte, por lo que desde el Consell están un poco más encima», los problemas que genera la presencia de torcaces ocurren cada año, aunque con distinta intensidad en función de la climatología.

Pese a estar satisfecho con la calidad de la uva, Lorenzo reconoció que será una cosecha corta, «más de lo que yo esperaba hace un mes», lo que, además, encarecerá el precio del vino. Según valora, los agricultores «se conformarían con mantener las pérdidas de uva dentro de un margen razonable», pues considera que no existen «soluciones óptimas».
Según observa Lorenzo, la caza no reduce significativamente la población de palomas torcaces, pero es efectiva porque las ahuyenta. «Hablamos de millones de torcaces, y quizás todos los cazadores maten a unos cientos o miles como mucho». Apuesta por una solución combinada con otros sistemas que espanten las aves, como detonadores de fogueo o cintas brillantes.

Maduración adecuada
A pesar del adelanto forzoso de la vendimia, Lorenzo considera que se trata de «una añada de muy buena calidad» y señala que la maduración de la piel es la adecuada, lo que indica que «se van a desarrollar buenos aromas si no lo hacemos mal en la bodega», aunque matiza que «a nivel de azúcares nos pueden faltar unas décimas». Pese a ello valora que «solemos estar sobrados de maduración y tener la uva un poco más fresca nos va a ayudar a hacer un vino un poco más agradable».