El Consell d’Eivissa considera que esta travesía ya reúne características de vía urbana y, en consecuencia, debería estar bajo jurisdicción del Ayuntamiento de Ibiza. | Marcelo Sastre

El Consell d’Eivissa se encuentra actualmente en pleno proceso de selección de la empresa que redactará las modificaciones del proyecto del primer cinturón de ronda (E-10), comprendido entre la ronda de Figueretes y Can Misses.

Estas modificaciones se harán a petición del Ayuntamiento de Ibiza, que no estuvo de acuerdo con el primer borrador presentado por el Consell y reclamó que fuera modificado.

Más de una década
Mariano Juan, conseller insular de Infraestructuras Viarias manifestó que la intención del Consell es trabajar conjuntamente «en las líneas que marque Vila». En este sentido, al tratarse de una vía de competencia insular, el Consell sería el encargado de redactar el proyecto pero, como también es un tramo «que municipalmente pertenece al Ayuntamiento», es el deber de ambas instituciones «trabajar conjuntamente para sacar las obras adelante», declaró.

El proyecto lleva más de una década siendo demandado por los ciudadanos. El Cetis y sus nuevos accesos han resultado ser un elemento que invalidaba el primer proyecto que ahora se modifica.

Mariano Juan achacó esta demora a «la falta de interés político en llevarlo a cabo» pero afirmó que una vez que estos problemas han quedado solventados, «toca ponerse manos a la obra».

La previsión inicial es que a finales de este 2019 la adjudicación de la redacción del proyecto pueda estar hecha.

Se prevé que en un plazo aproximado de seis meses se elabore el nuevo proyecto para que, durante el transcurso de 2020 se inicie un nuevo concurso público para adjudicar la ejecución de las obras.

Desde el Consell d’Eivissa opinaron que debe ser el Ayuntamiento, pagado por el Consell, quien se haga cargo de las obras, dado que las peticiones y quejas de los vecinos recaerán sobre ellos al ser la Administración más cercana.

Peligro
Los ciudadanos, mientras tanto, siguen jugándose la vida, temerarios, cruzando de un extremo al otro de la calzada, pasando a escasos metros de los coches que circulan.
A pesar de que hay pasos elevados, tanto a la altura de la primera ronda como a la altura de la ronda de ses Figueretes, además de un paso de cebra con un semáforo, cruzar indebidamente la calzada parece la solución más generalizada.

Tanto los vecinos que cruzan correctamente como los conductores que ven cómo esta práctica se ha convertido en costumbre, denuncian la falta de sanciones ante ella.
«Muchas veces no vemos a los peatones porque los setos los tapan. Saltan a la carretera y nosotros tenemos que frenar pudiendo causar un accidente», se quejó un conductor.

En este sentido, desde el Consell subrayan la necesidad de licitar y «poner en marcha» el proyecto lo más rápido posible dado que se trata de una travesía que divide la ciudad en dos en el tramo urbano y que tiene una transitación muy alta.

Respecto a los plazos y el presupuesto del que dispondrá este proyecto, el Consell no ha querido adelantarse y matizó que seguiría «muy similar al del primer borrador».