El establecimiento subraya que cumple con los pliegos de la concesión. | Toni Planells

Maya Beach Club, en Cala Vadella, asegura que cumple con la normativa en su establecimiento tanto en el nivel de decibelios de la música como en el alquiler de hamacas y el área asignada al estacionamiento para el uso del personal que trabaja en el ‘beach club’.

Según informó el establecimiento, «somos objeto de constantes represalias, calumnias e intentos de extorsión solo por haber denunciado, en reiteradas ocasiones desde el año pasado, el enorme desastre ambiental y el peligro de atentado a la salud pública que hubo en Cala Vadella»; una situación que, especificaron, ha mejorado gracias a las denuncias que realizaron y a las bombas instaladas por una empresa asociada.

ara el Maya (que así se llamará próximamente) hay «habituales desconocidos» que se quejan «por encargo de alguna parte interesada». Es más, el establecimiento indicó que «el administrador único fue abordado en un par de ocasiones por dos sujetos, los cuales ofrecieron protección en las relaciones con el Ayuntamiento y otras autoridades a cambio de un porcentaje de facturación proveniente de la concesión de la playa».

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«Compensar daños»
Ante lo que el establecimiento tilda de represalias, afirma que el nivel de los decibelios de la música del ‘beach club’ está dentro de los límites permitidos; también que, según un estudio que encargaron, sus competidores en Platja d’en Bossa, ses Salines, Cala Jondal y Cala Tarida «tienen el nivel de decibelios enormemente más alto que el permitido al Maya»; que el alquiler de las hamacas se lleva a cabo por debajo del número permitido (tres hamacas menos) en un área en la que se está esperando la delimitación por parte del Ayuntamiento.

En cuanto a las hamacas y sombrillas, subrayaron que se cobran a un precio de 10 euros por pieza de acuerdo con el pliego de explotación de la concesión. «Según un estudio realizado, el Maya parece ser uno de los pocos concesionarios que respeta el límite del 20 % de hamacas reservadas».

Por tanto, reiteraron que, aunque respetan las reglas, «para los competidores hay reglas no escritas que distorsionan radicalmente la libre competencia».

En este sentido, el ‘beach club’ declaró que tratará de ser «compensado» por todos los daños sufridos y que puede confirmar que hay establecimientos competidores que cobran alquileres de hamacas y sombrillas a precios muy superiores de 10 euros, a diferencia de ellos.