Agentes de la Guardia Civil han detenido a un joven de nacionalidad británica que la noche del miércoles dio positivo en alcohol y drogas después de sufrir un accidente cuando trataba de escapar de un control en el que estuvo a punto de arrollar a un agente en la carretera de Sant Antoni. Se da la circunstancia de que el conductor, un joven de unos 30 años, ya tenía antecedentes por otro episodio similar ocurrido en 2017 también en Ibiza.

Los hechos se desencadenaron el miércoles pasado a la altura de sa Casilla, punto de la carretera de Sant Antoni donde los agentes de la Guardia Civil habían desplegado un control de alcoholemia.

Según señalaron fuentes judiciales, el conductor que circulaba con un pequeño vehículo de alquiler hizo caso omiso a las indicaciones de los agentes y estuvo a punto de arrollar a uno de ellos, que tuvo que esquivar la maniobra evasiva realizada por el conductor.

El hombre siguió circulando en dirección a Sant Antoni y su huida acabó al sufrir un accidente a la altura de Can Tomás. Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil le interceptaron y detuvieron.

En el test realizado el individuo dio positivo en alcohol y drogas.

El conductor fue puesto a disposición judicial el viernes acusado de un delito contra la seguridad vial.