Chano Domínguez y Martirio han vuelto a juntarse por tercera vez después de hacerlo por primera vez hace más de dos décadas.

Hace ya más de dos décadas que la onubense María Isabel Quiñones Gutiérrez, conocida popularmente como Martirio, deslumbró al mundo entero haciendo dúo con el gran pianista gaditano Chano Domínguez en Coplas de madrugá. Tras repetir éxito en 2005, dando una vuelta de tuerca a su reinvención de las coplas clásicas con toques de jazz en Acoplados, ahora se han vuelto a juntar para emprender un nuevo proyecto que está teniendo la misma buena acogida, rendir un merecido homenaje al músico cubano Ignacio Jacinto Villa Fernández, conocido en el mundo de la música como Bola de Nieve. En este caso son 15 temas que vuelven a conectar directamente con el gran público y que verán la luz en un disco que saldrá en octubre. De momento, hoy a partir de las 22.30 horas en el Baluard de Santa Llúcia se podrá escuchar un adelanto en el Eivissa Jazz 2019.

—Martirio, usted y Chano Domínguez se vuelven a juntar más de dos décadas después para rendir un homenaje al gran pianista e intérprete cubano Bola de Nieve. ¿Han cambiado mucho los dos?
—Sin duda: Siempre se cambia. Tanto la música de Chano como la mía son distintas porque hemos aprendido mucho durante este tiempo y hemos visitado muchos lugares y eso, al final, se queda en el disco duro. Se podría decir que ahora somos más maduros pero seguimos siendo igual de amigos, con el mismo respeto y admiración del uno por el otro y con los mismos gustos musicales por el jazz, el flamenco y el filin, una canción con sentimiento de bolero.

—Presentan su nuevo proyecto en el Eivissa Jazz. ¿Cómo afrontan el reto?
—Pues muy contentos porque Ibiza es una maravilla. No recuerdo exactamente cuando fue la última vez que fui a la isla porque fue hace muchos años pero seguro que no era en un entorno tan maravilloso como esas murallas y en un festival tan importante.

—¿Por qué una cantante asociada a la copla y al flamenco se decanta por rendir homenaje a un cantante cubano como Bola de Nieve en clave de jazz?
—Porque estamos hablando de uno de los cantantes cubanos más importantes de la historia. Hacer versiones de sus canciones es rendirle el homenaje que realmente merece. Muy pocas personas eran capaces de conectar con el público como él. Era cantante, pianista, showman... y llegaba directamente a los corazones de los espectadores de sus conciertos al mostrarse en el escenario sin concesiones, desnudando su alma completamente. Además, la música cubana y andaluza siempre han estado muy cerca y eso también ayuda.

—Con un repertorio tan amplio como el de este músico cubano, ¿cómo han hecho para seleccionar las canciones?
—Pues ha sido complicado porque él se nutría de canciones tradicionales y se dejaba influenciar por los países donde tocaba. Al final hemos seleccionado 15 canciones en castellano con modulaciones jazzisticas gracias al magnífico piano de Chano. Ha sido un auténtico reto también adaptar algunos temas a los palos del flamenco y a un espectáculo en el que al final estamos él y yo solos sobre el escenario, cantando de forma profunda, sacando cada canción de nuestro interior y conectando directamente con el sentimiento del público.

—¿Tiene la sensación de que con su espectáculo se da un merecido reconocimiento a Bola de Nieve?
—Puede ser pero también es cierto que hay mucha gente que conoce su trabajo, sobre todo los grandes aficionados a la música. Tal vez, nuestro espectáculo si que puede servir para que la gente joven y de fuera de Lationamérica conozcan la increíble aportación de este magnífico artista al mundo de la música. Es fundamental que se le reconozca como es debido porque Bola de Nieve transmitía verdad, quitándole las máscaras al arte y eso al final nos transforma. Su música alegra y conecta desde el primer momento. Y eso para mi es el arte, conectar directamente con el corazón de las personas.

—Ahora usted vuelve a estar de actualidad pero da la sensación que siempre lo ha estado...
—Intento al menos no parar. He estado haciendo durante cuatro años el programa Cantes Rodados en Radio Gladys Palmera y de forma regular doy conferencias cantadas sobre la presencia de la mujer en la copla o la figura de la gran cantante mexicana Chavela Vargas. Es algo que me encanta. Además, ahora empezaré con la promoción del disco y no descarto volver a escribir canciones porque es algo que me gusta mucho y después quien sabe si interpretarlas con amigos como Javier Ruibal o mi hijo Raúl, que también escribe maravillosamente y que es el que mejor me ha acompañado en los últimos tiempos. Vivo para la música y por eso intento estar en la música siempre.

—Después de tantos años de carrera reivindicando el papel de la mujer se ha convertido en un referente a nivel nacional. ¿Qué les diría a las jóvenes que se inician en este mundo?
—Que lo más importantes es crear una escalera que se pierda entre las nubes e ir subiéndola peldaño a peldaño con rigor, honestidad e ilusión. Plantearnos un horizonte muy amplio para que todo lo que hagas sea crecer, aprender y resistir los golpes que te da la vida y la industria musical. Este es un mundo en el que tan pronto estás arriba como tan pronto abajo y lo importantes es creer en ti mismo y serte fiel.

—De eso usted sabe muchísimo...
—Sí. Sin duda mi mayor logro es haber hecho durante mi carrera lo que me ha dado la gana aunque en ocasiones haya tenido que pagar algún precio por ello. Todo lo que hecho en mi vida siempre me ha salido del corazón, sin importarme las modas ni los intereses. Todos los proyectos que he hecho y haré me salen directamente del alma.

—Cuando empezó hace tantos años, ¿se imaginó que podría llegar hasta lo que es ahora?
—Ni hablar. Yo no me imaginaba nada. Sólo era una joven con unas ganas y una necesidad tremenda por transmitir cosas. Sentía que era como una especie de misión la que tenía por delante y para ello siempre he sido consciente de que hay que pelear para sacar lo mejor de uno mismo. Afortunadamente me puedo dedicar a la música, un mundo apasionante que me ha permitido conocer gente a la que admiraba y lugares maravillosos. Con Martirio me hice mujer y he crecido hasta lo que soy ahora.

—Su nombre va asociado a la copla pero también al flamenco. Muy de su tierra, Huelva. ¿Qué tiene el flamenco que gusta tanto?
—Pues que es cien por cien verdad. El flamenco es verdad, alegría, grito, retrato, interiorización, divertimento... pero sobre todo emoción. Y eso al final llega hasta el fondo de cada ser humano.

—A pesar de ello hay gente a la que no le gusta...
—Y es totalmente respetable. Pero creo que el que no habla bien del flamenco es porque no lo conoce. Si alguien te lleva de la mano y te enseña a escucharlo ya no hay manera de escaparse de él.