Imagen del ilustrador Hugo Steiner-Prag.

Del viaje que hizo Hugo Steiner-Prag a España en 1925, pasando por Gerona, Barcelona, Alicante, Valencia, Sevilla y Córdoba, sabemos poquísimo, tenemos del puño y letra de Steiner los escuetos itinerarios que hacía con los gastos, monumentos y aldeas que visitaba, eso lo apuntaba en una libreta que hemos localizado en uno de los más importantes archivos dedicados al mundo judio (judaica), el de la Leo Baeck Foundation de Nueva York. En los mencionados papeles está también el itinerario que Steiner hizo por Mallorca, estuvo unos días en Sóller, y de esa estancia nos dejó un bonito dibujo del caserío del puerto solleric, también se pasó por Valldemossa, por el palacio del Rey Sancho y la colindante cartuja de Valldemossa, conjunto que le entusiasmó porque escribió dos páginas con notas del monumento, es ese el único texto largo que conocemos de su paso por Mallorca…

¿Quién fue Steiner?
Pero hete aquí que salta la liebre y en otro apunte, Steiner, relaciona su paso por Ibiza que incluye San Antonio, San Jorge, San Rafael y desde luego Vila. ¿Dibujó Ibiza?, cuán interesante sería ver esos dibujos y, afortunadamente, lo vamos a poder hacer hoy en Periódico de Ibiza. No olvidemos que Steiner-prag uno de los grandes escenógrafos, dibujantes y grabadores de la vanguardia centroeuropea, del expresionismo, ilustró libros hoy ediciones de culto como El elixir del diablo de E.T.A. Hoffmann o Der Golem de Gustav Meyrink, de hecho las ilustraciones que hizo para este libro Steiner influirían poderosamente nada menos que en una de las grandes películas de la historia, el Nosferatu de Murnau.
Steiner-prag (1880-1945) vino al mundo en el seno de una familia culta judía que tuvo entre sus antecedentes a rabinos legendarios, su padre se dedicaba a la venta de algo que sería fundamental en la vida de Steiner, los libros. Fue el menor de cuatro hermanos, estudió Bellas Artes en Múnich, y lo hizo con talento y provecho porque en 1995 era profesor de la Escuela de Artes Aplicadas, fue en aquellos años cuando ilustró genialmente El elixir del diablo de Hoffmann, posteriormente pasó a dar clases en la Academia de Artes Gráficas y del Libro de Arte de Leipzig, entonces ilustró el libro que le daría fama mundial Der Golem. Ávido de nuevas sugestiones, Steiner decidió hacer un largo viaje por la folclórica España, Mallorca e Ibiza inclusive, sabemos que el viaje aconteció en 1925 porque el objetivo inicial era ir a Barcelona donde se celebraba en el Palacio de la Generalidad la Exposición del Libro Alemán, lógicamente con ejemplares de Steiner.

Steiner, en la mayor de las Pitiusas, se alojó en la Fonda La Marina y se dedicó a lo que se dedicaban todos los viajeros que iban a Ibiza, a observar a los naturales, sus costumbres, indumentaria y arquitectura. Todos aquellos intelectuales se quedaban embelesados (o zombies si utilizamos el lenguaje expresionista) ante el paisaje y paisanaje ebusitanos. Steiner no deja de admirar la belleza de las ibicencas («hermosas son las mujeres jóvenes de Ibiza») su joyería e innumerables faldas rituales más su cromatismo («faldas de cuerpo ancho y ajustadas»), ni de describir el traje típico de los pitiuso con sus «sedas brillantes»; asiste en la iglesia de San Jorge a una ceremonia litúrgica, también le maravillan los bailes («bailaron como brujos») y escenas de galanteo y cortejo con su protocolo ancestral; acude a un funeral completo desde el velatorio hasta el cementerio, se fija mucho en lo que hace el cura y en el aburrimiento de los enterradores a la hora de cavar la tumba. Le dicen en Vila que los de San Jorge son parroquianos muy raros y que los mallorquines no quieren saber nada de los pitiusos. Le chocó a Steiner que todas las puertas de la Isla estaban abiertas incluso por la noche y que el ruido nocturno era inexistente. Recorrió metro a metro la ciudad vieja y el paseo Vara de Rey y dibujó aunque no sabemos dónde están la mayoría de esos dibujos, salvo algunos...

Del paso de Steiner por Baleares (a falta de una tesis doctoral de verdad, no estilo Sánchez) conocemos un dibujo del puerto de Sóller que se guarda en la Leo Baeck Foundation. Un dibujo ibicenco recogido por el periodista y fino crítico de arte Dr. Osborn en su pulcro y estilizado libro publicado en Berlín (1928) sobre la obra de Steiner y cuatro grabados pitiusos que publicó la magnífica revista sueca (Ord och Bild, Palabra e Imagen) en el número de 1942.

Steiner al ser judío perdió su plaza de profesor en Alemania gracias a los nazis, entonces pasó un tiempo en su Praga natal y finalmente consiguió ir a Suecia donde vivió unos años desde 1939 y publicó los dibujos de Ibiza, posteriormente pasando por Japón y Honolulú llegó a su tierra de promisión que como para tantos exiliados fue San Francisco y luego Nueva York donde fue rápidamente nombrado profesor de la división de Artes Gráficas de la Escuela de Nueva York.